Los empleados de Maxigraf depusieron momentáneamente sus reclamos hasta que la Unidad de Gestión de Derecho Público (Ugedep) del Fideicomiso AGD-CFN No Más Impunidad designe al nuevo administrador de esa empresa incautada por el Estado.
Ayer, no protestaron por su estabilidad laboral, como lo hicieron la semana pasada, sino que mantuvieron reuniones a puerta cerrada para analizar la situación de la compañía, que fue de los hermanos Isaías, dueños del extinto Filanbanco hasta el 2008, cuando el Estado asumió su control.
La Policía tampoco resguardó la fábrica, ubicada en la av. Carlos Julio Arosemena, en el norte de Guayaquil, como sí lo hizo la semana pasada.
El secretario del sindicato de los trabajadores, Jhonny Carrasco, comentó que el abogado de la Ugedep, Kirk Mazzini, informó que la nueva autoridad será posesionada mañana.
Carrasco dijo que esperaba que no sea Tamara Ortiz Luzuriaga, quien se desempeña como administradora temporal desde la semana pasada tras la salida de Robert Andrade. “Ella no goza de buenas relaciones con los trabajadores”.
La semana pasada varios empleados reclamaron por la renuncia de Andrade, pues están preocupados por su continuidad, ya que aseguran que la empresa registra pérdidas económicas. Además, reprocharon la remoción de cinco colegas.
La protesta arrancó pasadas las 16:00 del miércoles, se prolongó hasta la noche y continuó parte de la mañana del jueves.
Por momentos implicó el cierre de las puertas de Maxigraf y custodia policial. Incluso, Andrade escribió en su cuenta en Twitter que los trabajadores lo tenían retenido, pero ellos negaron esto.
Carrasco sostuvo que las actividades laborales y productivas de la compañía, que se dedica a la impresión, no se habían paralizado porque las protestas se hicieron fuera del horario de trabajo.
No obstante, la mañana del jueves las puertas permanecieron encadenadas. Y algunos empleados comentaron que la producción estaba paralizada desde hace seis meses porque las ventas habían caído.
Maxigraf sirvió de garantía para que el banco estatal Cofiec concediera al empresario argentino Gastón Duzac un crédito de $ 800.000.
Según la Superintendencia de Bancos, la incautada presentaba pérdidas acumuladas en junio del 2010 por $ 1’651.787. Para finales de ese año, las pérdidas bajaron a $ 595.263 y el 2011 estaban en $ 614.587.