En la isla Floreana, del archipiélago de Galápagos, funciona en el Ecuador el primer proyecto de generación de electricidad (2 motores de 69 kW cada uno), que operan con el empleo de aceite vegetal de piñón como biocombustible.
Es un proyecto del Ministerio de Electricidad, en el que busca integrar a la central fotovoltaica de 20 kWp. Con ello, la isla Floreana es la primera en Galápagos con generación eléctrica 100% renovable.
La producción del biocombustible se realizó en la provincia de Manabí, con el uso de semillas de piñón proveniente de cercas vivas de las fincas, que se utilizan para alejar a los animales. Se procesa la fruta que no es apta para el consumo humano y se extrae el aceite, para luego trasladarlo a la región insular.
El subsecretario de Energía Renovable, Alfredo Samaniego, dijo a la Agencia Andes que “hay el interés de investigar y desarrollar estas fuentes de energía alternativa”. Sin embargo, aclara que el aprovechamiento de estos recursos lo manejan de forma “conservadora”.
“El problema de los biocombustibles es el espacio o suelo que se utiliza para obtenerlo de una forma prudente, con cuidado, porque siempre vamos a tener la misma cantidad de suelo y necesitamos la producción de alimentos en la proporción de la población”, explicó el funcionario.
Añadió que a raíz de las experiencias adquiridas durante la ejecución de dicho proyecto se puedan replicar al resto de islas. La meta es conseguir la iniciativa de alcanzar la utilización de cero combustibles fósiles en las islas Galápagos.