En 1951, la Asamblea General de las Naciones Unidas, mediante una resolución, designó el 10 de diciembre como Día de los Derechos Humanos. Tres años antes (1948) esa misma Asamblea había firmado la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
De acuerdo con el informe que desarrolla la organización no gubernamental (ONG) Amnistía Internacional, este año en América Latina persiste visiblemente la impunidad en los casos de personas desaparecidas durante las dictaduras militares, de torturas y muertes de periodistas en México, frente a los abusos policiales en Brasil, además de frente a los atentados contra los derechos indígenas por parte de los gobiernos y de las empresas extractivistas.
Asimismo, el informe de la ONG señala que aún se vulneran los derechos de las niñas, adolescentes y mujeres al no considerarse prioritario en las agendas políticas de los Estados su protección frente a la violación, las amenazas y los homicidios.
También se considera un ataque a los derechos humanos básicos el que los migrantes reciban maltratos al buscar de forma ilegal ingresar a otro país, especialmente en la frontera México-EE.UU., o la pena de muerte en el país norteamericano.
De acuerdo con Tania Moreno, funcionaria de la Defensoría del Pueblo del Ecuador (DPE), sede Guayas, las denuncias que más receptan son por mala atención al público respecto a servicios básicos y a ofertas de las casas comerciales de electrodomésticos, seguidas por la discriminación, especialmente por raza u orientación sexual en los ambientes laborales.
Según Santiago Acosta, funcionario de la DPE a nivel nacional, los derechos humanos abarcan todo tipo de abuso, desde la libertad de una persona hasta la atención que recibe.
“Los derechos humanos incluyen los derechos de las personas con capacidades diferentes, de las mujeres, de los adultos mayores, de andar en libertad, de no ser discriminados, de los consumidores. Incluso, esta última (la queja del consumidor) es la más común: está entre el 40 y 50% de denuncias receptadas en esta entidad”, expresó Acosta.
Por su parte, Billy Navarrete, director del Comité Permanente de Derechos Humanos (CDH), expresó que después de 64 años el tema de los derechos humanos sigue vigente: “Podríamos pensar que son aspiraciones de gente idealista, que no es una cuestión práctica (…). Si bien es cierto es un horizonte que todavía hay que construir, esa realidad en materia de DD.HH. siempre estará inconclusa. Sin embargo, sabemos lo que no tendríamos que hacer. Sabemos que tenemos derechos, ahora nos resultan obvios, pero esa obviedad es el resultado de que reconocemos un antes y un después de la Declaración Universal de los Derechos Humanos”.
Por eso, en el marco de la celebración de los 64 años de la firma del documento sobre DD.HH. y que ayer se recordó el Día de los Derechos Humanos, varias organizaciones sociales planificaron actividades en la urbe.
Activistas del CDH, del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), de la Universidad Casa Grande (UCG), del Centro Ecuatoriano para la Promoción y Acción de la Mujer (Cepam), además de varios artistas, realizaron una marcha desde la Av. 9 de Octubre hasta la Plaza de San Francisco denominada “Derechos a cielo abierto”.
Mientras que en el auditorio Angel Andrés García, de la Universidad Laica Vicente Rocafuerte de Guayaquil, se proyectó la película “Con mi corazón en Yambo”, en la que la cineasta María Fernanda Restrepo narra la desaparición de sus hermanos Santiago y Andrés. Un foro que se organizó posteriormente.