Los planteles que implementarán este año lectivo la modalidad de coeducación (enseñanza mixta) presentarán, desde este lunes, modificaciones en la infraestructura de las instituciones y en la vigilancia del comportamiento de los estudiantes, con el fin de garantizar el control de la disciplina.
Así, en el colegio Aurora Estrada, donde las obras de remodelación de los baños están por concluir, los docentes ya tienen tareas asignadas para ayudar a que se cumplan los reglamentos internos.
Al respecto, Violeta Naula, inspectora general del plantel, explicó que los maestros varones (que suman 15) se turnarán en los alrededores de los baños destinados para uso exclusivo de los estudiantes. En cambio las profesoras se encargarán de vigilar la entrada a los sanitarios que utilizan las señoritas. Esto tiene como fin preservar el uso debido de los sanitarios y restringir el paso de estudiantes del sexo opuesto. “A pesar de que la mayoría de los niños inscritos son pequeños, hay alumnos de hasta 16 años de edad”, comentó Naula, quien está encargada de la vigilancia de este centro, que era femenino.
Cuando la docente habló con los padres de familia, durante el período de matriculación, sobre la nueva modalidad, notó que las madres de las niñas fueron quienes más inquietudes y dudas tenían respecto de la coeducación. “Les notificamos que vamos a tener mucho control, pero que fuera del colegio la responsabilidad es de los padres”.
Las instrucciones impartidas, tanto a padres como a estudiantes, incluían detalles sobre el respeto a los docentes, estudiantes, espacios físicos y uniforme.
En el emblemático colegio Guayaquil, históricamente femenino, Lucinda Durán, inspectora general, aclaró que no hubo necesidad de realizar cambios sustanciales para este período de clases, en relación con las normas del año lectivo pasado, pues, según la docente, “los varones estarán sujetos a las mismas llamadas de atención y sanciones en caso de faltas disciplinarias leves y graves”. Entre ese tipo de infracciones están la inasistencia a clases y mal uso del uniforme. “En ambos casos, se llamará al padre”.
Asimismo, en el recreo se distribuirá a tres docentes por cada una de las cinco áreas en las que se ha subdividido el establecimiento, para observar el comportamiento de los y las estudiantes. “El monitoreo de la convivencia entre varones y mujeres no será algo nuevo para algunos profesores que ya tienen experiencia laboral en los planteles particulares mixtos”.
Por su parte, el Departamento de Orientación y Bienestar Estudiantil (DOBE) del Vicente Rocafuerte, que antes solo era para hombres, está capacitando a los profesores para que atiendan las necesidades de las señoritas que ingresarán al 8º año de Educación Básica.
Luis Erazo, inspector general, explicó que entre sus cambios se hará énfasis en la forma en que se llevará la interrelación entre varones y mujeres, con el desarrollo de programas sobre educación sexual, drogas y pandillas.
En este plantel, como en el resto de los mixtos, las manifestaciones de afecto como besos y caricias están prohibidas. Sin embargo, los abrazos y tomadas de mano no son vistos como faltas, siempre y cuando no lleven ninguna connotación sexual.
Erazo acotó que se trabajará en la motivación a los padres de familia para que se involucren más en el proceso de supervisión de la educación de sus hijos.
Para el educador, comenzar la convivencia en un colegio con mayoría de estudiantes varones es más fácil para una niña que para un niño dentro de un plantel con mayoría femenina, debido a que el varón, según dice, tiene mayor curiosidad por el sexo opuesto. “Pero las normas disciplinarias se manejan de la misma manera para varones y mujeres”.
El rector del colegio Aguirre Abad, édgar Wilca, inició una etapa más inclusiva al colocar, desde diciembre, la figura de Irene Ortiz (primera bachiller del plantel y reina de Guayaquil) en el letrero de bienvenida. En el rótulo, la imagen de Ortiz comparte espacio con otras figuras como Vicente Rocafuerte y Francisco Aguirre Abad, patrono del colegio. “Estamos dejando atrás las rivalidades y prejuicios entre planteles y estudiantes”, dijo Wilca.
Esta semana, la Subsecretaría de Educación del Distrito de Guayaquil confirmó que el inicio de clases, hasta nueva disposición, será el 16 de abril para los planteles que están en óptimas condiciones físicas y no son albergues. El Ministerio de Educación está por concluir los cambios en la infraestructura de estas unidades, para lo cual realizó una inversión de un millón de dólares en 14 colegios emblemáticos de la ciudad.