En una calle polvorienta y sin nombre, justo al extremo norte, en el límite donde termina la ciudad se encuentra el barrio San Vicente. Ahí habitan 50 familias que carecen de los servicios básicos con que cuenta el resto de la urbe.
No tienen alcantarillado, transporte público y teléfono. El agua potable y la energía eléctrica son una historia aparte.
Para acceder a las viviendas los moradores han abierto sus propias calles y lo han logrado gracias a las mingas comunitarias.
María Sandoval, dirigente del barrio, asegura que habitan hace 17 años en el sector y padecen de todo tipo de situaciones. Por ejemplo, para el abastecimiento de agua potable solo hay un medidor ubicado a 300 metros fuera de la zona.
Lo mismo sucede para proveerse de energía eléctrica. En la zona no hay generadores instalados para la dotación del servicio, por lo que los vecinos tuvieron que unirse para solicitar dos medidores, los que no son suficientes para abastecer el consumo que demandan.
El cableado para transportar la energía fue adquirido por los moradores que compraron 30 postes para tender una red a las casas y tener el servicio. La planilla en la actualidad supera los 300 dólares mensuales, lo que no les permite acceder al subsidio, señala el morador Segundo Jirón, tras reiterar que los vecinos dividen la cuota y cancelan en la Empresa Eléctrica.
SIN ALUMBRADO
Segundo Jijón sostiene que en las noches es difícil el acceso al asentamiento por la falta de alumbrado público; además, otro problema es que no hay alcantarillado, por lo cual utilizan pozos sépticos.
La directiva del barrio ha realizado gestiones en la Administración Zonal de Calderón, incluso se han dirigido a las oficinas del Municipio para que atiendan sus pedidos, ya que, aducen, tienen derecho a todos los servicios porque, al igual que el resto de quiteños, pagan sus impuestos.
En la Administración Zonal del Distrito estos terrenos constan como sitios ecológicos y el pedido de los moradores es que se levante esa declaración para que sea reconocida como zona urbana, con lo que se beneficiarían de los servicios básicos.