La viceministra de Educación, Mónica Franco, anunció ayer que las 31 mil instituciones de educación básica y de bachillerato que existen en el país serán evaluadas a partir de septiembre de este año. Este proceso se lo realizará para determinar si cumplen con los estándares dispuestos por la cartera del ramo.
Según la funcionaria, entre los aspectos que serán determinados están la formación de docentes que imparten las clases en estas instituciones y la infraestructura de los centros educativos.
La viceministra afirmó que quienes cumplan con los estándares seguirán funcionando normalmente y los que no lo hacen deberán ajustarse a planes de mejoras en plazos determinados de tiempo.
“En el caso de que aun después de haber implementado planes de mejoras y de haber dado todos los acompañamientos necesarios, no se cumpliera con los estándares, habrá que aplicar algún tipo de sanciones que podrían ir desde suspensiones temporales hasta el cierre definitivo de las instituciones educativas”, expresó Franco en rueda de prensa.
La funcionaria anunció, además, que como rector de la educación en el país -tanto pública como privada- el Ministerio trabaja en el proceso de acreditación de todos los establecimientos educativos desde el nivel inicial hasta bachillerato.
Este proceso tiene tres fases: primero, el establecimiento de los estándares; segundo, el sistema de registro para la regulación y acreditación escolar; y finalmente la regulación y acreditación, proceso que inicia en septiembre próximo para el régimen Sierra y en abril de 2013 para el régimen Costa.
“Solo la educación permitirá que las nuevas generaciones tengan mejores posibilidades a la hora de programar, planificar y ejecutar sus planes de vida”, refirió la funcionaria. Varias instituciones educativas consideran que esta evaluación permitirá conocer las falencias del sistema.