Una jueza española ha acordado el sobreseimiento provisional de la causa por el atropello de tren en la «Noche de San Juan» de 2010 en una estación cercana a Barcelona (noreste español), donde fallecieron 12 jóvenes que cruzaban las vías, de los que once eran latinoamericanos.
El accidente se produjo el 23 de junio de hace dos años, cuando varias personas que iban a una verbena en la playa cruzaron las vías sin utilizar los pasos subterráneos existentes y fueron arrolladas por un tren Alaris que pasaba a gran velocidad.
En el siniestro, que conmocionó al país, murieron siete ecuatorianos, dos colombianos, dos bolivianos y un rumano, con edades comprendidas entre los 17 y los 39 años.
En el auto judicial, hecho público hoy, la magistrada considera que «no hay evidencias de incumplimiento sustancial de la reglamentación y de las normas de cuidado a observar en el ámbito del tráfico ferroviario».
Resalta que los pasos habilitados para cruzar estaban abiertos y que «lo que no era previsible» es que los pasajeros del tren cruzaran por las vías, tras bajarse del convoy.
Destaca asimismo que los pasajeros que cruzaron por las vías incurrieron en una «notoria negligencia y prescindiendo de las normas más elementales de cuidado».
La nueva resolución en este caso, que ya se había sobreseído en una anterior ocasión y se reabrió tras recursos de los familiares de las víctimas, es susceptible de otros recursos y, en caso de nuevas pruebas, se podría solicitar la reapertura de la causa.
En julio de 2010, un juez ya archivó las diligencias abiertas por el accidente por entender que el siniestro se debió a una actuación «imprudente y temeraria» de las víctimas.
Defensores de familiares de los fallecidos y de otras víctimas del siniestro presentaron un recurso contra ese auto y la Audiencia de Barcelona reabrió el caso en enero de 2011.