En la sesión solemne por los 190 años de la Batalla de Pichincha estuvieron Pedro Restrepo (padre de los muchachos Santiago y Andrés, desaparecidos en 1988) y Marcela Pérez (esposa del comandante nicaragüense Tomás Borge). Al final del evento, resaltaron la labor que ha emprendido el gobierno ecuatoriano por la dignidad y soberanía de los pueblos.
Pedro Restrepo recibió un homenaje del Gobierno de Pichincha por su “incansable lucha” en defensa de los derechos humanos en el Ecuador. Fue felicitado por el Presidente Rafael Correa y el prefecto Gustavo Baroja.
“Estoy alegre por lo que el gobierno viene realizando a favor de este país. Esto nos compromete a seguir luchando por la verdad y la justicia”, afirmó. Este padre de origen colombiano, que vive en Quito desde hace más de 24 años, enfatizó que “hay metas por las que vale la pena luchar, no un día, ni una semana, sino toda la vida”.
Una personalidad que no pudo pasar inadvertida fue la de Marcela Pérez. En varias partes de los discursos fue nombrada. También recibió un homenaje luego de que su esposo (el último fundador de los sandinistas) falleció el pasado 30 de abril.
En su discurso, el presidente Correa recogió algunas letras del legado de Borge, quien hasta sus 81 años defendió la soberanía de los países latinoamericanos. Con voz alta recordó la frase: “siempre se puede confiar en los traidores, no cambian nunca”. La esposa de Borge se sintió halagada por este gesto de ambos gobiernos. “Ha sido un honor que nos hayan invitado. En estos momentos difíciles, esto es una inyección de cariño necesaria”, señaló, antes de recordar que el revolucionario nicaragüense llamaba al mandatario ecuatoriano “el hermano encabronado y dulce que entre ceja y ceja lleva la dignidad de América”.