Las burbujas de aceite y una mano totalmente negra fueron las pruebas que mostró al mundo el presidente Rafael Correa de la contaminación que dejó Texaco (hoy Chevron) en la Amazonía ecuatoriana.
El Mandatario viajó ayer al pozo 4 Aguarico (provincia de Sucumbíos), en la comunidad La Primavera. Ese yacimiento fue operado exclusivamente por la empresa estadounidense, que endilga a Petroecuador la contaminación.
«Estas son piscinas dejadas en 1986 por Texaco, que nunca más fueron operadas por ninguna otra compañía y hoy casi 30 años después lo que sale es petróleo. Esto se pudo evitar porque en ese tiempo ya existían mejores técnicas, pero por ahorrarse unos dólares generaron una gran contaminación y nunca lo remediaron», denunció el gobernante.
En todo el país, según Correa, existen alrededor de mil piscinas en iguales condiciones, que nunca fueron reparadas.
Al momento el Ministerio del Ambiente ha iniciado la limpieza. «Estamos remediando por primera vez esos daños, incluso los dejados por Petroecuador. En lo social se reubicaron a familias de Orellana y Sucumbíos apartándolas de los lugares de contaminación y dotándoles de un sistema alternativo de agua potable», indicó la titular de Ambiente, Lorena Tapia.
El gobernante estuvo al pie de una laguna fangosa. Indignado introdujo su mano en las aguas espesas y negruzcas; primero lo hizo con un guante, luego se lo sacó y volvió a introducir la mano en el fango petrolizado. Entonces, mostró su mano negra a las cámaras. Pidió al mundo y a Latinoamérica que observen lo que consideró el peor desastre ambiental de la historia de la humanidad.
Un comunero también manchó su mano. Él y Correa estrecharon sus brazos manchados de petróleo. El gobernante insistió en que lo ocurrido en Ecuador es 85 veces peor que el derrame en el Golfo de México por parte de la British Petroleum (BP) y al menos 18 veces mayor que el generado por el buque Exxon Valdez en Alaska.
«Como Presidente no nos hemos involucrado en un juicio que es de privados, pero tenemos derecho a exponer nuestro criterio y expresar al mundo entero la mentira de Chevron. Cualquiera puede constatar el irremediable daño ambiental que existe». Para el gobernante es necesario que organizaciones como Unasur y ALBA tengan sus propios centros de arbitraje. «Así podremos evitar abusos como los de La Haya, que siempre están a favor de los grandes capitales. Nosotros no podemos invertir los 400 millones que Chevron ha hecho para desprestigiarnos, ni tenemos 900 abogados. Nuestra única estrategia es decir la verdad porque unidos los seres humanos podemos vencer y dominar al gran capital que ha querido dejar en la impunidad y no remediar», dijo.
Testimonios
El lugareño y profesor de la escuela Vilcabamba, Wilmo Moreta, de 45 años, mostró las huellas que ha dejado en su piel la contaminación. A lo largo de su cuerpo hay laceraciones y escamaciones producto de beber agua del lugar. «Tengo el 90% del cuerpo con manchas que no logran curarse por más remedio que consuma. Esto lo tengo desde hace 16 años», contó.
José Guamán indicó que debido a las malas condiciones ambientales su esposa falleció. «Ya no se puede criar con normalidad aves y ganado», lamentó. «Los animales no tienen qué comer y lo poco existente está contaminado, por lo que ya no es rentable criar animales. Ni la producción agrícola es buena. Antes había plantaciones de plátano que eran sumamente grandes; era tan pesado que no se alcanzaba a sacar todo, hoy solo se dan como máximo 20 libras», refirió Guamán, quien espera que la compañía petrolera asuma la responsabilidad de los daños ambientales generados y los remedie.
De esta forma, el Gobierno lanzó la campaña «La mano sucia de Chevron», una iniciativa que tiene como objetivo mostrar la contaminación causada por la petrolera.
Está previsto que activistas y personalidades de todo el mundo visiten el campo Aguarico. Correa acusa a la petrolera de lanzar una ofensiva en contra de Ecuador.
ANTECEDENTES
Chevron considera que es víctima de un juicio fraudulento por parte de abogados y activistas. Asegura que en el proceso de Sucumbíos hubo corrupción, por lo que no reconoce la sentencia.
La petrolera logró que un fallo de un centro de arbitraje castigara al Estado ecuatoriano por el juicio que emprendieron las comunidades del Oriente. La transnacional adujo una violación al tratado de protección de inversiones, que recién entró en vigencia en 1992, cuando la compañía ya había dejado de operar en el país y el juicio de Lago Agrio no había comenzado.
Recientemente la cantante Cher se unió a la defensa de los habitantes de Sucumbíos. Ella denunció la contaminación.
TRANSNACIONAL INSISTE: HAY INTERFERENCIA
Chevron interpretó como interferencia en el caso la visita del presidente Rafael Correa a Sucumbíos. Según un comunicado difundido ayer por Chevron, el mandatario distorsionó un relato para intentar demostrar la supuesta responsabilidad de la petrolera en la contaminación.
La Corte de Justicia de Sucumbíos condenó en 2011 a Chevron al pago de más de 19.000 millones de dólares por la contaminación.
El presidente Correa «ha decidido interferir una vez más en el caso Chevron, a pesar del recurso de casación interpuesto por la empresa ante la Corte Nacional de Justicia», señaló la petrolera que calificó la visita como un «show mediático».
RICHMOND SE SOLIDARIZA CON ECUADOR
Un incendio ocurrido el 6 de agosto de 2012 en la refinería de Chevron en Richmond Point, ubicado en la bahía de San Francisco (EE.UU.), evidenció la actuación irresponsable de la transnacional a la hora de reparar los daños causados por sus operaciones.
Aquel día el incendio provocó una nube negra que afectó a más de 15.000 residentes de Richmond por inhalar aire contaminado y dejó seis trabajadores heridos.
Ese fue el incidente más grave de varios que ha sufrido la localidad, a causa de la refinería y motivó que, días antes de conmemorarse un año del incendio, los pobladores decidieran demandar a Chevron por los daños ocasionados, malestar que se expresó,en las calles con el respaldo de la alcaldesa Gayle McLaughlin.
Al conocer del juicio, Luis Yantza, representante de las comunidades amazónicas de Ecuador perjudicadas por Chevron-Texaco, envió una carta de solidaridad al pueblo de Richmond, en donde unas 200 personas todavía padecen afecciones respiratorias.
Fue allí que McLaughlin expresó su respaldo a los pueblos amazónicos que demandaron a la multinacional por la contaminación ambiental causada y el perjuicio a 30.000 habitantes de Orellana y Sucumbíos, tras los 26 años de operación de Texaco: «Empezamos a ver que tenemos una conexión muy fuerte; el hecho de que nuestras comunidades sufran el mismo ataque por una corporación tan grande hizo crecer nuestra solidaridad», sostuvo la alcaldesa durante una entrevista.
Este lunes McLaughlin llegó al Ecuador para acompañar al presidente Rafael Correa a Lago Agrio para constatar el impacto ambiental: 342 pozos, 549 piscinas y 9 derrames de crudo. Del total de piscinas, solo hizo remediación ambiental en 158 de las 225 que les correspondía.
McLaughlin pertenece al Partido Verde y bajo su liderazgo, el Municipio de Richmond propuso un plan radical para resolver la crisis de los desalojos causada por la burbuja inmobiliaria que debilitó la economía de los EE.UU.. Dispuso la compra de propiedades que han perdido su valor y, si los bancos no quieren vender esas hipotecas a los precios justos del mercado, la Municipalidad empleará la figura de la expropiación para apoderarse de esas hipotecas, pagando el precio real del mercado.
Luego de la expropiación, el endeudado refinanciaría la hipoteca con el Municipio a un precio ligeramente más alto que el que pagó el Municipio, y la ganancia se repartiría entre la ciudad, los inversionistas que compraron el préstamo y la empresa que consiguió a los inversionistas.
La propuesta de la alcaldesa McLaughlin, quien ha destacado la voluntad del Gobierno ecuatoriano por proteger a su comunidad residente en España de la crisis inmobiliaria que afectó a Europa, la ha convertido en una figura reconocida en su país.