Estados Unidos envió este viernes por primera vez a un representante a la conmemoración de un aniversario del primer bombardeo atómico, realizado en 1945 por su aviación contra la ciudad japonesa de Hiroshima, en el que murieron por lo menos 140 000 personas.
Los representantes de más de 70 países estaban presentes junto a varias decenas de miles de personas que acudieron para asistir a la emotiva ceremonia en el Memorial de la Paz, celebrada bajo un cielo azur similar al que predominaba la mañana del 6 de agosto de 1945 sobre la ciudad de Hiroshima, en el oeste de Japón, antes de que se transformara en un infierno.
Francia y Gran Bretaña, aliados de Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, también enviaron por primera vez desde la capitulación de Japón en agosto de 1945 representantes a la ciudad mártir, un gesto de apoyo al movimiento en favor del desarme nuclear mundial.
Japón, único país en haber sido bombardeado en dos ocasiones con armas nucleares –el 6 de agosto de 1945 en Hiroshima y el 9 de agosto de 1945 en Nagasaki — reclama desde hace años la abolición de todas las armas de destrucción masiva.
Estados Unidos, que siempre afirmó que estos bombardeos fueron necesarios para acortar la guerra, jamás se disculpó por las 210 000 víctimas, en su mayoría civiles, que murieron por las bombas que estallaron sobre estas dos ciudades o por las radiaciones y quemaduras que les provocaron.
“La raza humana no debe repetir el horror y los sufrimientos causados por las armas atómicas”, declaró el primer ministro japonés Naoto Kan en un discurso.
Estados Unidos estaba representado por su embajador en Japón, John Roos, que depositó una ofrenda floral en memoria “de todas las víctimas de la Segunda Guerra Mundial”, una presencia que también refleja el apoyo del presidente estadounidense Barack Obama en favor de la desnuclearización.