El presidente de Bolivia, Evo Morales, se disculpó hoy por el deliberado rodillazo en los testículos que asestó el fin de semana a un jugador del equipo rival en un partido de fútbol «amistoso», pero lo justificó porque, según él, cayó en una «trampa» para que cometiera el error.
«Lamento mucho mi reacción, pido disculpas a los deportistas, a los futbolistas y al jugador (…) Es un error. Nuevamente mil disculpas», declaró Morales en rueda de prensa.
El jugador agredido es el funcionario de la alcaldía de La Paz Daniel Cartagena, que minutos antes de sufrir el rodillazo dio al mandatario una patada en una jugada aparentemente fortuita.
El partido se jugó para inaugurar una cancha de césped sintético en La Paz y Cartagena formó parte del equipo del alcalde Luis Revilla, ex aliado de Morales.
Morales golpeó a Cartagena en la entrepierna cuando el partido estaba detenido y el arbitro atendía otro incidente, y las imágenes de la agresión dieron la vuelta al mundo.
Morales no fue expulsado por el juez y jugó todo el partido con algunas molestias en el pie, e incluso anotó un gol, mientras que el agredido sí recibió la tarjeta roja.
«Puedo entender que he caído en una trampa», dijo el mandatario, y acusó a Cartagena de haberlo insultado después de darle la patada y otra vez más cuando fue a reclamarle por la agresión, en un intento de explicar su rodillazo.
La agresión de Morales le valió críticas de la oposición, que lo acusa de «abusivo» y «totalitario», y de periodistas deportivos que le sugirieron que solo juegue con equipos de grupos leales.