La reforma judicial en el ámbito laboral en Chile permitió que los juicios de trabajo, que antes demoraban hasta cuatro años, ahora se despachen en 60 ó 70 días, dijo Yerko Ljubetie, ex ministro de Trabajo de Chile.
El ex secretario Laboral, quien visitó Quito para exponer en un coversatorio las reformas de la justicia en ese país, aseguró que “en este año más del 70% de causas en temas laborales fue resuelto en el mismo año”.
Dijo que desde el regreso a la Democracia la legislación chilena tiene estándares internacionales, pero “a la hora de hacer efectivos estos derechos nos topábamos con un cuello de botella que era la administración de la justicia”.
Antes de las reformas un trabajador que por un tema sencillo iniciaba un juicio para hacer valer sus derechos demoraba entre un año y medio, “y si este llegaba a instancias de tribunales y corte suprema, tardaba hasta tres o cuatro años”, recordó el ex ministro.
Afirmó que el 90% de los recursos que les correspondía a los trabajadores por ley “los perdían porque no tenían la posibilidad de exigirlos ante un tribunal”.
El proceso de restructuración de la justicia chilena se inició en el 2002, en el gobierno de Ricardo Lagos, y fue culminado, diseñado, aprobado en el 2006 y puesto en marcha por la ex presidenta Michelle Bachelet.
El ex ministro chileno dijo que el nuevo sistema integró la oralidad, los defensores públicos, las fiscalías y modernizó el sistema y el paso siguiente “fue la justicia laboral y que ha tenido el éxito”.
El Gobierno ecuatoriano está a puertas del proceso electoral a efectuarse el 7 de mayo próximo, en el que se preguntará a la población sobre reformas para la restructuración del sistema judicial.
El presidente Rafael Correa ha manifestado que existen más de 1 millón de causas represadas en el sistema judicial ecuatoriano, por lo que urge un proceso de renovación en la justicia. Como parte de este proceso de reestructuración, el Gobierno ha recibido asesoría de expertos chilenos y brasileños. Esta reforma estructural de la justicia en el Ecuador se trabaja con base en cinco ejes.
El experto chileno Patricio Rivas explicó que el primer pilar es la construcción de un modelo de gestión moderno, que libera a los jueces de las cargas administrativas. El segundo punto es el fortalecimiento del talento humano. Como tercer lineamiento es el acceso democrático a la justicia. El cuarto es el mejoramiento de la infrestructura en los lugares donde se imparte justicia. Y el último es la sistematización de los procesos.
Según el experto brasileño Itamar Oliveira, en su país la justicia tradicional ya no existe y los archivos de papel han desaparecido y han sido reemplazados por la tecnología. “Eso ha impedido que se quemen expedientes o que se pierdan”.