Los cadáveres de los militares Darwin Panchi (Ambato), y Jacinto Cortez (Santo Domingo de los Tsáchilas); y los policías Froilán Jiménez (Loja), y Edwin Calderón (Imbabura), quienes fallecieron en los hechos violentos del 30 de septiembre pasado, serán exhumados.
La Fiscalía de Pichincha exige la exhumación porque los cuerpos no fueron conducidos a la morgue y no se les realizó la debida autopsia.
La intención es determinar, según el calibre y la trayectoria de las balas, de dónde provinieron los disparos, pues ese día se enfrentaron policías y militares.
Según el fiscal de Pichincha, Marcos Freire, los médicos del Hospital de la Policía que extendieron los certificados también serán investigados.
Una vez notificadas, las fiscalías provinciales deberán ordenar el procedimiento.