Las autoridades filipinas elevaron a 49 la cifra de muertos por las inundaciones, que retroceden lentamente en Manila y otras provincias del norte tras dejar más de dos millones de afectados.
Según el Centro Nacional de Prevención de Desastres, 26 personas fallecieron en la provincia de Manila, la mayoría ahogadas, excepto los nueve miembros de una misma familia sepultados por un alud de tierra, una mujer que sufrió un ataque al corazón y otra que pereció electrocutada.
Las 23 muertes restantes se produjeron en las provincias de Pampanga, Bulacan, Bataan, Zambales, Batangas, Rizal y Romblon, casi todas por ahogamientos.
Los equipos de rescate continúan las labores de recuento de cadáveres y mantienen las labores de búsqueda para encontrar a las personas dadas por desaparecidas.
En la capital, Manila, las aguas que ayer coparon alrededor del 60 por ciento de la superficie, han bajado en buena parte de la ciudad gracias a la ausencia de precipitaciones desde la noche de ayer y al tiempo soleado.
Sin embargo, la presa de la Mesa, la principal suministradora de Manila, sigue por encima de su nivel de desborde.
La atención de las autoridades se centra ahora en las zonas que siguen anegadas cerca de las costas y de los cursos de agua y en las miles de personas que se hacinan en los centros de evacuación provistos por el Gobierno en gimnasios, colegios y otros edificios públicos.
Unas 2.750 viviendas han quedado parcialmente dañadas por el aguacero mientras que 366 han sido totalmente destruidas, según los últimos datos.
Más de 300.000 personas se han refugiado en los centros de evacuación provistos por el Gobierno en colegios, gimnasios y otros edificios públicos y otras 265.000 han buscado cobijo en casa de familiares y amigos.
Las autoridades sanitarias temen que tras el desastre comience a expandirse una epidemia de leptospirosis, una enfermedad infecciosa que se contagia en zonas inundadas a través de la orina de las ratas y otros animales urbanos.
El Ministerio de Sanidad ha declarado la máxima alerta y ha pedido a los vecinos que acudan al centro médico más cercano al menos síntoma de fiebre o dolor muscular.
Expertos de las agencias internacionales han identificado el chabolismo y la acumulación de basura en el alcantarillado del elevado número de víctimas que causan las lluvias monzónicas en Filipinas.