El presidente de Ecuador, Rafael Correa, durante su intervención en la cumbre de mandatarios de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), propuso que el bloque se retire del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR).
Este acuerdo internacional, firmado por la mayoría de países americanos, obliga a las partes a responder de manera conjunta a cualquier ataque a un Estado miembro.
En 1982, cuando estalló la Guerra de las Malvinas, Argentina se enfrentó a Reino Unido. Pese a la vigencia del tratado, ningún país americano ofreció respaldo militar a Buenos Aires. Estados Unidos dio un apoyo tácito a Londres.
“El TIAR ordenaba, ante cualquier agresión externa a la región, solidarizarnos, pero fue pulverizado. Estados Unidos apoyó a Inglaterra no a Argentina. Ese hecho debió haber condenado a muerte el Sistema Interamericano, pero sobrevivió”, contó el Mandatario. “Cuando conviene no se respetan tratados internacionales”, agregó.
“Una medida concreta para enviar un mensaje al mundo de que no estamos dispuestos a tolerar este tipo de cosas es retirarnos en bloque del TIAR y seguir trabajando para tener un sistema interamericano básicamente latinoamericano, sin países hegemónicos”, planteó Correa.
El gobernante venezolano, Hugo Chávez, acogió la propuesta y sugirió votar en ese mismo momento, en Caracas, la retirada del ALBA del TIAR.
Sin embargo, Correa dijo que ese retiro debe ser conjuntamente con Argentina, para que el mensaje enviado sea más fuerte. En la reunión del fin de semana pasado estaba el canciller argentino, Héctor Timerman.
Serán ahora los ministros de relaciones exteriores de la ALBA, quienes conforman el consejo político del organismo, los que deben viabilizar el retiro del acuerdo.
Origen
El TIAR tiene su génesis el 2 de septiembre de 1947. Fue firmado en Río de Janeiro y a lo largo de estos años se han sumado casi todos los países americanos, incluido Estados Unidos.
El acuerdo nació en las postrimerías de la Guerra Fría, cuando se temía una invasión soviética en Estados Unidos y en el marco de la lucha contra el comunismo.
Durante sus 65 años de historia ha sido invocado varias veces, pero nunca se ha cumplido sobre el terreno. El propio Estados Unidos lo invocó durante los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.
“Las Altas Partes Contratantes convienen en que un ataque armado por parte de cualquier Estado contra un Estado Americano será considerado como un ataque contra todos los Estados Americanos, y en consecuencia, cada una de dichas Partes Contratantes se compromete a ayudar a hacer frente al ataque”, estipula el artículo 3 del TIAR.
Durante la Guerra de las Malvinas se intentó usar el TIAR, aunque sin éxito, básicamente por la negativa norteamericana.
Washington prefirió honrar sus obligaciones en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), alianza a la que pertenece Londres.
Por ese entonces la diplomacia norteamericana aseguró que fue Argentina la que inició la guerra al invadir las Malvinas, que estaban bajo dominio inglés. Una posición que fue secundada por Chile y Colombia, quienes afirmaron que el TIAR era netamente defensivo.
Había también una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que exigía el retiro argentino del archipiélago.
La Organización de los Estados Americanos (OEA) nunca se reunió. Pese a este incumplimiento el TIAR sobrevivió y Estados Unidos permaneció en el acuerdo.
Pero el acuerdo quedó desligitimado, lo que fue usado por México para denunciarlo el 6 de septiembre de 2002.
Actualmente existen 40 resoluciones de la ONU que piden a Argentina y Reino Unido negociar la soberanía de las Malvina. Londres no las acata porque considera que no hay motivo de discusión.