Con asombro. Así reaccionaron los fiscales que ayer vieron el documental «La muerte de Jaime Roldós», en la sala Alfrejo Pareja de la Casa de la Cultura en Quito, convocados por la Fiscalía General del Estado.
El recorrido que hacen Lisandra Rivera y Manolo Sarmiento por el Gobierno de Jaime Roldós (1979 – 1981) dejó una serie de interrogantes entre los juristas, algunos de quienes llegaron de otras ciudades del país portando aún su equipaje.
El pasaje más conmovedor fue el testimonio del último hijo del ex presidente, Santiago Roldós, refiriéndose a las entrevistas banales que debió afrontar con apenas 10 años y habiendo perdido a sus padres.
Pero las expresiones de indignación surgieron en la escena en la que se observa al almirante Raúl Sorroza detrás de Osvaldo Hurtado cuando éste asume la Presidencia de la República, la misma noche que informó al país del deceso de Jaime Roldós y su comitiva.
Es que Sorroza había sido posesionado por Hurtado como Ministro de Defensa, pese a que Roldós tenía planificado darle de baja por sospechas de un complot en contra de su Gobierno.
Ese habría sido uno de los elementos que motivó a la Fiscalía a retomar las investigaciones en torno a la muerte del expresidente. El fiscal general, Galo Chiriboga, informó a sus compañeros que el jueves pasado se reunió con Santiago, Martha y León Roldós para solicitar su autorización y reabrir el caso. «La familia Roldós está de acuerdo con que llevemos adelante la investigación… He planteado que será desde dos vertientes: una nacional con todos los hechos que ocurrieron en el país y otra internacional, que implica relacionar si la muerte del presidente tiene o no que ver con el Plan Cóndor», anotó.
Entre los fiscales surgió el compromiso de ofrecer una respuesta a la familia del expresidente y clarificar los hechos que influyeron en su muerte, pues admiten que es una deuda pendiente del Estado. La primera consulta fue: ¿dónde están los restos del avión que se enviaron a los Estados Unidos para la investigación, que finalmente reafirmó la versión de un accidente? «Se desconoce su destino», afirmó Sarmiento, quien contó que a través de Martha Roldós supo que la familia pidió información y no ha obtenido respuesta alguna. Es que ese informe contradijo la versión de los peritos suizos que negaron la posibilidad de un accidente, del cual las autoridades ecuatorianas responsabilizaron al piloto.
Tras reiterar que la muerte de Jaime Roldós se produjo en la época en que América Latina estaba dominada por las dictaduras militares, Chiriboga contó que se ha solicitado la cooperación de la Asociación Americana de Juristas, una ONG fundada en 1975 ante el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas que ha investigado delitos de lesa humanidad, por ejemplo, en Argentina, Chile y Paraguay. La Fiscalía aún espera la respuesta de su presidenta, Vanessa Ramos. Asimismo, solicitaron la colaboración del documentalista Manolo Sarmiento, pues investigó el caso por 7 años antes de llevarlo a la pantalla.
«Hay una decisión política comprometida con la democracia y la verdad, sea cual sea. Lo que queremos es que el pueblo ecuatoriano sepa por qué murió el presidente Roldós, cuáles fueron las consecuencias o los eventos que intervinieron en esa muerte y, si fue un asesinato estaríamos frente a un tema de terrorismo porque se trató de la muerte de un jefe de Gobierno y, por lo tanto, un delito imprescriptible», anotó el fiscal Chiriboga.
Otra de las interrogantes del público fue por qué Sarmiento no entrevistó al expresidente Osvaldo Hurtado para su documental. «No fue necesario consultarlo porque él acogió la versión oficial del accidente aéreo», respondió el documentalista, a la vez que recordó que fue él quien transmitió esa versión a los ecuatorianos tras el deceso de Jaime Roldós y que la sostiene desde esa época. Entonces su voz está presente en la versión de las Fuerzas Armadas.
Para uno de los fiscales asistentes, tras la serie de interrogantes que dejó la investigación de los documentalistas, «es necesario cerrar capítulos y más aún éste que deja latente una enorme duda». Es que para Sarmiento el objetivo de la cinta es comprender que la muerte de Roldós ocurrió en una época históricamente significativa, pues Centroamérica vivió 10 años más de guerra.