El primer intento de una empresa privada para enviar una cápsula de reabastecimiento a la Estación Espacial Internacional (EEI) desde Cabo Cañaveral (Florida) volvió a suspenderse ayer, cuando ya se había completado la cuenta atrás del cohete Falcon 9.
El histórico debut de la cápsula espacial Dragon quedó postergado prácticamente en el último segundo, hasta el 22 de mayo, debido a que uno de sus nueve motores registró una presión demasiada alta.
“3, 2, 1, 0, despegue… hemos tenido un corte”, indicó George Miller, comentarista de lanzamientos de la agencia espacial estadounidense NASA. “No hubo despegue. Hemos tenido que abortar el lanzamiento”, agregó.
Más adelante, el fundador de la empresa Space Exploration Technologies (SpaceX), Elon Musk, confirmó en su cuenta de Twitter la frustrada misión para el vuelo de ensayo, e indicó que se harían ajustes en los próximos días.
El siguiente intento se llevará a cabo el próximo martes, a las 07:44 GMT, confirmó la NASA en un comunicado. Según el pronóstico del tiempo, existe un 60% de posibilidad de buenas condiciones para el despegue.
Durante una breve conferencia de prensa, la propia presidenta de SpaceX, Gwynne Shotwell, no descartó la posibilidad de que ese intento de despegue se pueda realizar el miércoles a las 07:22 GMT, dependiendo de los resultados de la inspección del motor.
“Vamos a tener que invertir un poco más de tiempo para analizar los datos”, dijo Shotwell, quien negó que el aborto de la misión haya sido un “fracaso” para su empresa. “Decidimos este aborto (de la misión) con razón. Habría sido un fracaso si hubiéramos permitido el despegue con un motor” con semejantes problemas, precisó. Shotwell especuló que el problema posiblemente se debió a un débil flujo de combustible hacia el motor número cinco.