El ministro de Relaciones Exteriores francés, Laurent Fabius, señaló que su país quiere una reacción fuerte si se comprueba que se cometió una matanza con armas químicas en Siria.
«Si se comprueba, la posición de Francia es que hace falta una reacción», declaró el funcionario a BFM-TV.
La Coalición Nacional Siria (CNFROS) denunció el miércoles que al menos 1.300 personas murieron en un ataque con armas químicas por parte del Ejército en los alrededores de la capital, Damasco, unas acusaciones que fueron rechazadas casi de forma inmediata por el régimen.
«Si no tiene nada que reprocharse es evidente que debe permitir que (los inspectores) se acerquen. Si se niega, significa que es culpable», añadió Fabius.
El ministro mencionó una «reacción con fuerza», pero consideró «imposible» el envío de militares.
«No quiere decir enviar militares sobre el terreno, sino que haya una reacción, que puede ser una respuesta de fuerza», reiteró el ministro, sin querer precisar las implicaciones de su propuesta.
Fabius recalcó que las decisiones le corresponden al Consejo de Seguridad de la ONU, pero que si este organismo no da ningún paso, «deberán tomarse de otra manera».
«No voy a ir más lejos», señaló, sin querer explicar las alternativas, pero dejó claro que se atraviesa por una fase en la que los miembros del Consejo que han firmado la Convención para la Prohibición de Armas Químicas, entre ellos Rusia, «deben ser consecuentes».
El Consejo de Seguridad apoyó ayer la determinación del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, de pedir una investigación imparcial, pero fue incapaz de consensuar una resolución o declaración presidencial para pedir formalmente que se estudie ese incidente.
«Fue una respuesta bastante ambigua», reconoció hoy Fabius, que recalcó que «quienes creen en la legalidad internacional» no pueden permanecer con los brazos cruzados.