El servicio de Protección Presidencial debe continuar garantizando la seguridad del mandatario de Ecuador, Rafael Correa, pese a la licencia de 30 días -que arrancará mañana- solicitada por el gobernante y que fue otorgada por la Asamblea Legislativa, el pasado 2 de enero.
En un oficio remitido por el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, el 8 de enero, a la ministra de Defensa, María Fernanda Espinosa, se señala que “el Servicio de Protección Presidencial debe continuar funcionando y cumpliendo su misión que constituye un objetivo estratégico del Estado, no obstante la licencia otorgada al primer mandatario del país”.
El documento del Comando Conjunto invoca el Decreto Ejecutivo 418 que establece que “la protección y resguardo de las principales autoridades del país constituyen un objetivo estratégico del Estado y por consiguiente una misión permanente y no contempla interrupciones por razones de licencias u otras”.
Esto significa que la unidad, adscrita a la Presidencia de la República, seguirá empleando los recursos y medios asignados por las Fuerzas Armadas (personal militar, vehículos, aeronaves, el avión Legacy, helicópteros, armamento, entre otros), según una nota publicada por la agencia de noticias Andes.
El Decreto 418 (del 26 de julio de 2010) fusionó la Casa Militar Presidencial y el Escuadrón de Transporte Aéreo Presidencial en el Servicio de Protección, adscrito a la Presidencia de la República.
El pleno de la Asamblea Nacional (con 97 votos) concedió la licencia al presidente Correa (del 15 de enero al 14 de febrero) a fin de que pueda atender asuntos de la campaña electoral y encargó el poder al vicepresidente, Lenín Moreno.