Es jueves y el salón de los Presidentes del Centro de Convenciones de Guayaquil, el más grande, está repleto. Ese fue el escenario del evento empresarial denominado “Tu negocio al mundo”, que tenía como principal expositor al ex alcalde de Nueva York, el republicano Rudolph Giuliani.
En un inglés traducido, Giuliani habló de su ejemplo de líder: Ronald Reagan, ese ex presidente norteamericano que los republicanos lo han elevado al nivel de Abraham Lincoln.
Por ello resaltó varias creencias del ex mandatario, como su oposición radical al comunismo. “A veces (Reagan) con sus decisiones perdió mucha popularidad, pero no importó” y por eso recordó que entre sus acciones más sobresalientes estuvo el reducir la entrega de bonos a los ciudadanos.
El auditorio escuchaba atento. Allí estaban concejales y personajes del jet set porteño como Eduardo Peña, María Gloria Alarcón, Francisco Huerta, entre otros.
Ante ellos, el ex burgomaestre relató con gran emoción que cuando Reagan asumió la administración alrededor de 1.1 millón de personas recibían un aporte del Gobierno y Giuliani quitó ese beneficio a 600 mil. “En lugar de regalarles el dinero los contrató para que hicieran múltiples labores”, dijo.
Cuando habló de su propia gestión, Giuliani mencionó la recuperación de Times Square, en donde según él, solo habitaban prostitutas, narcotraficantes y habían edificios infestados de ratas.
Para limpiarlo creó una fuerza policial especial, que usaba caballos y vestía de civil para capturar a los delincuentes. También se vanaglorió de endurecer las multas. Con esa limpieza, consiguió que los empresarios invirtieran en el sector. A eso le agregó gran cantidad de publicidad para proyectar una imagen de seguridad a los turistas.
Pero eso no fue fácil. La mayor confrontación fue cuando sacó a los limpiaparabrisas de las calles con la policía y también acabó con los grafiteros. Su receta de la ciudad perfecta no solo fue escuchada por los empresarios guayaquileños, sino por el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot.
El burgomaestre porteño llegó al Centro de Convenciones para entregarle al expositor estrella las llaves de la ciudad. Por eso las personas aplaudieron cuando Giuliani alabó los cambios físicos que ha experimentado el puerto principal durante las administraciones socialcristianas.
De hecho, previo al discurso del norteamericano, Nebot dio la bienvenida al extranjero. Además proyectores de vídeo mostraron imágenes sobre el malecón 2000 (antes lo llamaban Simón Bolívar), que una voz en “off” calificó como la obra ícono de Guayaquil.
Giuliani habló de las dos ciudades: de Guayaquil y Nueva York. El estadounidense también se permitió contar una frustración. él lamenta que pese a la “recuperación” de Times Square, Barack Obama haya recaudado 10 millones de dólares en su primera campaña, allá por el 2008.
Finalizado el discurso sobre la “receta para una buena ciudad” vino la ovación de un público que aplaudió apoteósicamente. No importó la estricta seguridad que hubo o el impedimento que se impuso para grabar la conferencia.