Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno de ese país lograron este miércoles un demorado acuerdo sobre participación política, segundo de los cinco puntos de la agenda de los diálogos de paz de La Habana, que buscan acabar un conflicto armado de medio siglo.
«Hemos llegado a un acuerdo fundamental sobre el segundo punto de la agenda (sobre participación política)» y «lo que hemos convenido profundiza y robustece nuestra democracia», señaló una declaración conjunta leída por el diplomático cubano Rodolfo Benítez, cuyo país es garante junto con Noruega de las conversaciones de paz, iniciadas hace casi un año.
El pacto alcanzado incluye garantías para la oposición política, medidas para impulsar la participación ciudadana, y contempla que tras la firma del acuerdo final se haga una revisión del sistema electoral colombiano, explicó el diplomático noruego Dag Mylander.
El punto de participación política culminado hoy fija las pautas para que los guerrilleros se incorporen al sistema político colombiano una vez que firmen la paz y abandonen las armas.
El gobierno de Juan Manuel Santos y los rebeldes alcanzaron en mayo consenso sobre el primer punto de la agenda, el tema agrario.
Tras cerrar este segundo punto, y luego de un receso de unos 10 días, las dos partes iniciarán la discusión del tercero, sobre drogas ilícitas, en el decimoséptimo ciclo de pláticas.
Los otros puntos pendientes son abandono de las armas y reparación de las víctimas, además del mecanismo de refrendación de un eventual acuerdo que ponga fin a un conflicto armado de casi medio siglo.
De su lado, el Primer Mandatario dijo más temprano que «Colombia se acerca cada vez más a ser un país normal, un país en paz».
«Tenemos que perseverar para darle un final a este conflicto que nos ha desangrado por 50 años», añadió Santos durante un acto con la Policía en Bogotá.