El presidente ecuatoriano Rafael Correa manifestó que aceptará las recomendaciones que podría emitir la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre la libertad de expresión en Ecuador si estas son razonables y no en base a “mentiras”.
El mandatario ratificó que estas recomendaciones, a más de ser razonables, no tienen que atentar a la soberanía del país.
Esto a propósito de que el martes una delegación conformada por funcionarios de Gobierno y del Estado ecuatoriano, así como periodistas, expusieron sus posturas sobre la libertad de expresión ante el organismo de la Organización de Estados Americanos (OEA), en Washington, en el marco de su 143° periodo de sesiones.
El gobernante se refirió a un video presentado por la organización Fundamedios para argumentar su tesis sobre el supuesto irrespeto a la libertad de expresión, el cual, dijo, fue editado con declaraciones que hacían referencia al caso Chevron. Para el Primer Mandatario esto “comprueba la forma de hacer periodismo a través de la manipulación de ciertos medios de comunicación.
Aclaró que el Jefe de Estado en un país es el Presidente de la República y por eso en el video cita: “Soy el Jefe de Estado y el Estado compuesto por cinco poderes: Judicial, Legislativo , Consejo Nacional Electoral; Consejo de Participación Ciudadana y Control Social; etcétera y la falla de esos poderes las tenemos que asumir nosotros”, citó.
Agregó que esas declaraciones tuvieron como antecedente el Caso Chevron, caso en el que “la justicia habría negado durante 17 años la resolución de unos juicios (…) Eso es lo que estaba explicando (…) pero con qué mala fe editan”, expresó el Mandatario.
Finalmente, al ser consultado sobre la posibilidad de perdón a diario El Universo señaló que “no puede anunciar acciones hasta que termine el proceso judicial.
Sin embargo, reiteró que si los responsables del artículo: No a las Mentiras reconocen su error “se acaba todo”.
El Presidente Correa recordó que el juicio de injurias calumniosas no se interpuso porque Emilio Palacio, ex editorialista de El Universo lo llamó dictador, sino porque lo “acusa de delito de lesa humanidad, de haber ordenado disparar a discreción contra un hospital llenó de civiles el 30 de septiembre de 2010”.