En la víspera de la celebración del Día Internacional del Trabajo, el jefe de Estado ecuatoriano saludó a los trabajadores de su país a quienes recordó “los esfuerzos que ha hecho el Gobierno por acabar con la explotación laboral, mejorar los salarios y hacer respetar la repartición de las utilidades”.
El presiente ratificó “el compromiso inclaudicable e irreversible de acabar de una vez por todas con la explotación laboral en este país”.
Durante su informe semanal de labores, recordó que este Gobierno terminó con la tercerización laboral que afectaba los derechos de los trabajadores; así mismo, destacó el incremento del salario básico que pasó de 150 dólares en 2007, a 264 dólares en 2011.
Este salario alcanza a las empleadas domésticas quienes percibían un salario de 80 dólares hace cuatro años, es decir la mitad de lo que ganaba el resto de trabajadores del país. Para este sector también se estableció la obligatoriedad de la afiliación a la seguridad social.
Para este domingo en el país andino están previstas dos marchas de trabajadores; una, que se concentrará en el Parque El Ejido (al centro norte de Quito) liderada por la Federación Unitaria de Trabajadores y la Confederación Ecuatoriana de Organizaciones Clasistas Unitarias de Trabajadores (Cedocut) que se muestran contrarias a la acción del Gobierno.
La otra marcha encabezada por la Central de Trabajadores del Ecuador (CTE) saldrá desde el tradicional Parque El Arbolito. Esta agrupación laboral, en cambio, anunció que esta será una manifestación de respaldo a la gestión del Ejecutivo.
“Vamos a defender la democracia, por la vida y el socialismo”, sostuvo Santiago”, sostuvo Santiago Yagual, presidente de la organización.
Esta también será una oportunidad para expresar el apoyo o el rechazo a la consulta popular planteada por el presidente Correa y que se realizará el próximo sábado 7 de mayo.
En esa consulta, el Ejecutivo plantea la posibilidad de penalizar la no afiliación a la seguridad social, algo que para el Presidente Correa, constituye una de las formas de explotación laboral.
“Nuestros Trabajadores fueron los sacrificados por la mal llamada globalización”, dijo el Mandatario al explicar que en su afán de competir con el mercado mundial, América Latina “empezó a sacarles la cabeza a los trabajadores”, a través de medidas como la tercerización, la no afiliación al IESS, y la caída de salarios reales.