El Gobierno Nacional, a través del canciller, Ricardo Patiño, realizará gestiones la próxima semana para concretar la venta de 40 mil toneladas de arroz a Colombia como parte del expendio de la gramínea del país, que actualmente tiene excedentes calculados en cerca de 350 mil toneladas.
Durante un encuentro con los productores arroceros del Litoral, efectuado ayer, Patiño se comprometió a viajar a Colombia para reunirse con su homóloga María ángela Holguín y sellar la venta de una primera carga del cereal. Funcionarios del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap) confesaron que el objetivo del régimen es vender -durante el 2011- cerca de 150 mil toneladas de arroz, que es el promedio histórico que Colombia siempre compró al Ecuador.
El viceministro de Comercio Exterior, Francisco Rivadeneira, adelantó estas gestiones el pasado lunes cuando se reunió, en Bogotá, con el encargado de negocios de Ecuador en Colombia, Andrés Terán, con quien dialogó sobre las posibilidades de recuperar el mercado colombiano, el cual tiene escasez de productos agrícolas debido a las intensas lluvias que sufre desde finales de 2010 y que han dañado su producción. En este encuentro también participaron delegados del Magap.
Eduardo Bejarano, director de Unidad Nacional de Almacenamiento (UNA), fue uno de los asistentes a esa cita e informó que las negociaciones avanzaron, no obstante surgió una traba. Según dijo el funcionario, el mercado colombiano sí desea adquirir el arroz ecuatoriano, pero en cáscara y no pilado, situación con la que no está de acuerdo el Estado ecuatoriano al considerar que esto significaría pérdidas para el sector arrocero ecuatoriano.
Por esta razón, Bejarano consideró fundamental el viaje del canciller Patiño porque “este tema también tiene un fondo político que debe ser tratado por funcionarios del más alto nivel de ambas naciones”.
Bejarano informó que en la actualidad están almacenadas 87 mil toneladas de arroz. Si se considera que el promedio mensual de consumo de la gramínea en el Ecuador fluctúa entre los 45 y 50 mil toneladas, la UNA calcula que hay cerca de dos meses de reserva del producto.
Nuevos destinos de exportación
Durante el diálogo con los productores de la Costa, el canciller Ricardo Patiño reiteró que entre los objetivos del Ministerio de Relaciones Exteriores está diversificar los destinos de los productos ecuatorianos. El funcionario afirmó que Colombia es el principal comprador de la gramínea ecuatoriana, sin embargo consideró necesario buscar nuevos destinos de exportación. Bejarano recordó que los excedentes arroceros, desde 2008, fueron colocados en el mercado venezolano.
El Gobierno del presidente Hugo Chávez tiene previsto comprar, este año, un aproximado de 100 mil toneladas de arroz como parte de un compromiso anterior que mantiene con el Estado ecuatoriano. Sumado a eso, funcionarios del Magap y del viceministerio de Comercio Exterior gestionan una nueva venta a Venezuela de 20 mil toneladas de la nueva cosecha de la gramínea, que está prevista para el próximo abril.
De la misma manera, el viceministro Rivadeneira indicó que se enviaron muestras de las semillas ecuatorianas a Irán, para ser presentadas en el mercado del país islámico. Según el funcionario, la oficina comercial en Teherán informó que el grano ha tenido una buena acogida y que se adelantan diálogos para exportar el producto en los próximos meses.
Además se prevé negociar la venta de 250 mil toneladas de arroz ecuatoriano hacia los países que conforman la Unión Europea.
Taller de trabajo con arroceros
En la reunión de ayer, los productores arroceros apoyaron las gestiones realizadas por el Ejecutivo para la comercialización de sus productos; sin embargo presentaron sus quejas por la falta de agilidad en el otorgamiento de créditos del Banco Nacional de Fomento (BNF) y por la falta de tecnología para optimizar las cosechas.
Ante esta situación, el subsecretario de Agricultura, Miguel Carvajal, informó que se propuso a los industriales y a los pequeños productores que organicen un taller de trabajo, en máximo tres semanas, para poder definir un cronograma de desarrollo del sector arrocero del Ecuador.