Tácticas y destrezas en defensa personal y profesional fue lo que aprendieron 180 aspirantes a policías de la Escuela de Formación de Guayaquil, en un curso que realizaron durante 30 días en el Grupo de Intervención y Rescate (GIR), situado en el km 18 de la vía a la Costa.
El incandescente sol del pasado viernes no fue obstáculo para que un grupo integrado por 30 jóvenes realizaran una demostración de las diferentes técnicas que aprendieron durante el desarrollo del denominado III curso básico del GIR, que concluyó ese día.
“La institución policial continuamente ha experimentado cambios, en su mayoría positivos, estableciendo métodos para implementar una cultura de ser reincidentes a través de procesos de calidad”, manifestó Edwin Noguera Cozar, comandante del GIR, durante su discurso de clausura.
Entre las prácticas aprendidas constan las técnicas de esposamiento y traslado de detenidos, de rescate, rappel y defensa personal. Los jóvenes hicieron demostraciones ante un nutrido público compuesto por compañeros de la institución, familiares y amigos que acudieron a la ceremonia.
“Obtener un nivel superior en preparación física y psicológica, así como adquirir nuevas técnicas de defensa personal y profesional fue el objetivo del entrenamiento”, señaló Noguera.
“Fue un arduo entrenamiento, nos levantábamos a las 05:00 para realizar actividad física y concluiamos a las 18:00”, mencionó David Puga, uno de los aspirantes, mientras sus compañeros se lanzaban de la torre rappel, simulando salvar a una familia de un incendio.
Martha Daquilema, madre de uno de los gendarmes, calificó como positiva la inducción que realizó su hijo durante 30 días, ya que aseguró que “la necesidad de sentirse protegidos es lo que obliga a los jóvenes a crear un hábito de cultura y seguridad policial”.
Mientras que José Apolinario, también de la institución, mencionó que actualmente el diseño de programas de prevención y protección corporativa es fundamental en etapas de formación profesional.
En este sentido, David Piura manifestó que el coraje y el valor influyeron en el desarrollo de los diferentes retos que tuvieron que cumplir durante el mes que duró la instrucción.
Ese entrenamiento les permitió a los miembros del orden presentar una serie de ejercicios que fueron del agrado de los asistentes.
Una vez ejecutados, los aplausos de familiares y amigos no se hicieron esperar, especialmente cuando cinco jóvenes demostraron las tácticas empleadas para defensa personal o al descender del rappel.
La serie de ejercicios tuvo el acompañamiento de la banda de la Policía, que con su música se convirtió en el aliado de los 180 nuevos policías con que contará la ciudad.