A medida que se acerca el cierre del proceso electoral, los habitantes de Guayaquil apresuran el paso para llegar a sus respectivas juntas receptoras del voto y poder sufragar en esta Consulta Popular. El tránsito, tanto al norte como al sur de la urbe porteña se vuelva cada vez más intenso, los vehículos intentan rebasar unos a otros, con la intención de llegar a su destino, pues a las 17:00 concluye este proceso.
Las filas en las juntas receptoras como el colegio Simón Bolívar, Ati II Pillahuaso y Guillermo Rhodes fluyen sin contratiempos.
«La afluencia de personas ha estado normal. Aunque todavía falta que se acerquen más votantes», manifestó Mildred Gonzabay, miembro de mesa del colegio Simón Bolívar.
«Todo ha estado tranquilo», expresó Rita González, quien acudió a sufragar en compañía de su familia. Mientras que otros electores aún se encuentran buscando la mesa donde les toca votar.
Quienes ya sufragaron afirmaron que analizaron cada una de las preguntas con anticipación, pues ese es el deber de un buen ciudadano, ya que lo que se está consultado es de vital importancia para el país.
«Las preguntas fueron elegidas correctamente», manifestó Erwin Borbor, quien destacó la organización de este proceso.
El proceso de Consulta Popular también benefició a quienes instalaron puesto de comida en los alrededores de los recintos. De igual forma, los puestos para plastificar el certificado de votación.
«Me ha ido bien en este negocio. Sí, se han acercado durante todo el día los clientes», afirmó Paola López, quien cobra $0,25 centavos por plastificar cada certificado.