Desde las 07:00 de hoy, las calles de Guayaquil lucen desoladas. Los habitantes de esta urbe han colaborado con el proceso del censo de Población y Vivienda, que se desarrolla en todo el país, y se mantienen en sus hogares esperando ser censados.
En los exteriores de su domicilio, ubicado en Sauces 3, al norte de la ciudad, esperaba Martha Lindao ansiosa de que lleguen a censarla. «Estoy muy contenta de este proceso y ya desde las seis de la mañana estaba esperando que vengan a mi casa», manifestó la mujer de 62 años.
Ella destacó la importancia de este proceso y pidió a la ciudadanía colaborar con las estudiantes que están censando. «Este acto es de trascendental importancia no solo para Guayaquil sino para todo el pais», expresó esta guayaquileña, quien observaba a las estudiantes del colegio 28 de Mayo censar a su vecino.
Mientras que Julio Conforme se mostró satisfecho con el «deber cumplido». «Sabemos la importancia de este proceso y yo ya cumplí con mi Patria», dijo emocionado este padre de familia, quien junto a su esposa recibió a dos estudiantes del 28 de Mayo.
La seguridad por parte de los militares y policía es evidente en toda la ciudad. Ellos realizan pequeños recorridos por donde se encuentran los estudiantes realizando el censo.
Asimismo los acompañan a los domicilios asegurándose de que todo marche con normalidad. Cada instante supervisan el trabajo de los estudiantes por si necesitan algo o tienen algún inconveniente.
En la sala de su casa, Miriam Burgos recibió a las estudiantes designadas para censarla. Ella escuchó atenta cada una de las preguntas y respondió sin ningún problema.