La mañana de este jueves fueron encontrados los cuerpos de los tres civiles que estaban desaparecidos tras la explosión y hundimiento de la estación naval flotante Río Cuyabeno, hecho ocurrido el pasado martes.
Entre las víctimas mortales constan: Miguel Escalante Suárez (17), Gabriel Sancán (16) y Francisco Huacón (26).
El operativo se realizaba por aire (helicópteros) y por mar (lanchas guardacostas y buzos de la Infantería de Marina) en un área amplia alrededor del lugar del siniestro, en la frontera marítima entre Ecuador y Colombia.
La Dirección Nacional de los Espacios Acuáticos (Dirnea) informó que el hallazgo se produjo entre las 07:00 y 09:00 de hoy.
Personal de Marina del Batallón de Infantería de San Lorenzo (Bimlor) encontró uno de los cuerpos cerca de donde está fondeada la estación flotante, y el segundo a 300 o 400 metros del Muelle de Palma Real.
Mientras que el tercero fue hallado dos horas después en la ribera norte, cerca al poblado de Candelilla (Colombia) por lugareños del sector.
Los cadáveres serán trasladados hasta Esmeraldas y posteriormente a Guayaquil. Al momento se conoce que la empresa Mastersoft correrá con los gastos funerarios y el traslado de los cuerpos.
La Dirnea informó ayer que los dos menores que perecieron en la explosión habían sido llevados hasta la estación por el padre de uno de ellos, quien es trabajador contratado por la empresa Mastersoft, encargada de los trabajos de pintura y mantenimiento del cielo raso de dicha estación móvil.
«De acuerdo a lo señalado por los representantes de Mastersoft, Paco Sancán (38) habría llevado a su hijo Gabriel y al menor Miguel Escalante para que conozcan Esmeraldas», según el comunicado.
Paco Sancán se encuentra en el cantón San Lorenzo, provincia de Esmeraldas, junto a Camilo Avilez (34 años), otro de los trabajadores contratados, en espera de que concluya el proceso investigativo correspondiente. En tanto que una comisión establecerá las causas del suceso.
Ayer se realizaron las honras fúnebres del marinero Raúl Danilo Manzano Fuentes, de 25 años, quien pereció a consecuencia de un trauma craneoencefálico y hemorragia de una herida en el brazo tras la explosión.