El hombre que hizo varios disparos hoy dentro de un hospital de la ciudad de Palm Bay (centro de Florida) se quitó la vida después de permanecer atrincherado en su interior varias horas, informaron hoy fuentes policiales.
«Cuando el robot (de la policía) entró al hospital, encontró al sospechoso muerto. Cometió suicidio», dijo Ivonne Martínez, portavoz de la Policía de Palm Bay.
Según otro portavoz policial, nadie resultó herido por los disparos del hombre, que había sido empleado del centro médico hasta el mes pasado.
Trabajó unos dos años en la cocina del centro médico, pero fue despedido el mes pasado, «entre otras cosas por faltar demasiado al trabajo», informó, por su parte, Elliot Cohen, representante del hospital en una conferencia de prensa.
«Sabemos quién es, qué hacía, pero aún no vamos a identificarlo públicamente», agregó Cohen.
Según las autoridades, el hombre había comentado hoy entre su entorno su enojo por el reciente despedido.
Algunos testigos relataron a la policía que el hombre había amenazado con suicidarse y que había comentado sobre sus planes de venganza contra el gerente que supuestamente lo despidió del hospital.
«El llegó al hospital con una misión y ahora estamos investigando», dijo la portavoz policial.
Antes de que el robot utilizado por la policía para ingresar al hospital hallara el cadáver, las autoridades informaron de que el sospecho aún estaba armado y dentro del centro médico.
«Estamos tratando de establecer contacto con el sujeto y con fortuna, concluir esta situación de manera pacífica», había asegurado la portavoz policial Martínez.
Otro portavoz de la policía de Palm Bay aseguró que los disparos no causaron víctimas.