El presidente electo de Francia, François Hollande, y el presidente saliente, Nicolas Sarkozy, rindieron martes homenaje de manera conjunta a los caídos en la II Guerra Mundial, en una ceremonia celebrada en el Arco de Triunfo de París.
Sarkozy, que había invitado al acto a Hollande, saludó al presidente electo, que le venció el pasado domingo en las elecciones presidenciales, y ambos guardaron silencio ante la tumba del soldado desconocido.
Posteriormente, un coro militar masculino entonó el himno nacional francés, La Marsellesa, mientras Hollande y Sarkozy lo escuchaban bajo el arco central del monumento en la Plaza de L'étoile de la capital gala.
Los dos firmaron posteriormente en el Libro de Oro del monumento, Sarkozy bajo el título de presidente de la República y Hollande con la mención únicamente de «señor François Hollande», según mostraron las cámaras de televisión que transmitieron la ceremonia.
Ambos saludaron a los miembros del Gobierno francés, a las autoridades locales y a representantes del Ejército, y posteriormente se acercaron a saludar a los ciudadanos que se habían congregado para asistir a la ceremonia.
Sarkozy prolongó durante unos metros su paseo por la Avenida de los Campos Elíseos para estrechar la mano de la gente, mientras el presidente electo se disponía a abandonar el lugar.
«Es el sentido de mi presidencia, quiero unir», declaró Hollande a los periodistas antes de partir en un automóvil y en alusión al símbolo que significa que los dos políticos compartieran protagonismo en el acto de hoy.