En los últimos cinco años, el Hospital de Infectología Dr. José Daniel Rodríguez Maridueña, en Guayaquil, atendió un promedio anual de 50 pacientes con mordedura de serpiente, en su mayoría por la especie Bothrosp asper.
Este ofidio habita en todas las provincias de la costa y en la sierra en sus laderas occidentales. Los casos de mordedura de serpiente suelen presentarse en personas que habitan y desarrollan sus actividades en zonas rurales, especialmente en sectores agrícolas.
Un reporte preliminar de un estudio epidemiológico retrospectivo realizado por dicha casa de salud determinó que en el año 2010 fueron evaluados 33 casos de mordedura de serpiente, de estos, existe prevalencia del sexo masculino (76%) respecto al femenino (21%), situación que probablemente obedece a la mayor exposición que por la actividad laboral desarrollan los hombres en el campo.
Entre los síntomas más comunes que presentaron los pacientes atendidos son dolor, edema, equimosis, sangrado local, marcas de colmillos, entre otros.
El Dr. Miguel Delgado, coordinador de la Unidad de Cuidados Intensivos de este hospital, manifiesta que el único tratamiento indicado que revierte los efectos del envenenamiento por serpiente es el suero antiofídico que se administra de forma gratuita en las unidades de salud.
«Toda persona que sufre una mordedura de serpiente, sea o no venenosa, debe ser trasladada de manera rápida y oportuna en un centro de salud u hospital especializado”, enfatizó Delgado. Esto, para que reciba el tratamiento indicado según la especie de serpiente que haya causado el accidente.
Como medidas de prevención se recomienda usar botas altas, usar linternas si va a salir en la noche, no manipular serpientes, tener cuidado al levantar troncos y al sentarse sobre ellos.