Los independentistas radicales vascos se han convertido en la segunda fuerza política en el País Vasco en las elecciones regionales de ayer, mientras la derecha del presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, mantuvo su mayoría absoluta en Galicia, según sondeos a pie de urna en los comicios en ambas regiones.
Ambas elecciones, especialmente la celebrada en su región natal de Galicia, suponían un test para Rajoy, que hace frente a la crisis económica y a un auge de las tensiones independentistas.
La coalición independentista vasca EH Bildu lograría entre 23 y 26 diputados, por detrás del Partido Nacionalista Vasco (PNV), liderado por Iñigo Urkullu, que habría sido el más votado, entre 24 y 27 diputados, aunque no lograría la mayoría absoluta en un parlamento regional de 75 diputados, según un sondeo del instituto Ipsos para la televisión pública regional vasca.
Los socialistas vascos, en el poder hasta ahora en la región, obtendrían entre 13 y 15 diputados, mientras que el conservador Partido Popular (PP, derecha), del jefe del gobierno, Mariano Rajoy, habría logrado entre 9 y 11 escaños regionales, según el mismo sondeo.
Las elecciones regionales son las primeras que se celebran en el País Vasco sin la amenaza de ETA, después de un año que la organización separatista armada anunciara el fin de la violencia.
Pero más que el fin de la violencia, es la presencia por primera vez desde hace una década de la izquierda radical independentista vasca en las elecciones regionales lo que más alegraba a sus electores.
En Galicia, el PP, encabezado por Alberto Núñez Feijóo, mantendría su mayoría absoluta, incluso la podría aumentar entre 39 y 42 diputados (actualmente tiene 38), mientras que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) aún es la segunda fuerza más votada con 18 a 20 escaños.
La coalición ecolo-comunista Alternativa Galega de Esquerda lograría entre 8 y 10 diputados, por delante de los regionalistas gallegos del BNG que conseguirían entre 7 y 8 diputados regionales.
Según analistas, para el PP, perder Galicia supondría tener que replantearse su estrategia política, pensando en un desgaste tan acelerado como que sus propios votantes le retiraran el apoyo.
La votación se convirtió en una especie de referéndum sobre el rescate bancario, recorte de gastos y subida de impuestos de Rajoy y la probable solicitud de un segundo paquete de ayuda a la Eurozona previsto para esta semana. Cataluña también celebrará elecciones regionales. Su presidente, el nacionalista Artur Mas, convocó comicios para el 25 de noviembre ante la negativa de Rajoy de renegociar un sistema fiscal que la región considera como un lastre en esta crisis.