Una comunidad brasileña de indígenas guaraníes ha pedido a la multinacional Coca-Cola que deje de comprar azúcar de la empresa estadounidense Bunge, que lo obtiene de tierras robadas a esa tribu, informa este miércoles Survival.
La organización no gubernamental, con sede en Londres, se hace eco del sufrimiento de estos indígenas que, según explica, se ven obligados a vivir en un pequeño trozo de bosque rodeado de cultivos de caña de azúcar, mientras que sus hijos enferman por culpa de los pesticidas.
En un comunicado, Survival señala que Coca-Cola compra azúcar de Bunge, que a su vez obtiene la caña de azúcar de «tierra robada a los guaraníes» por terratenientes para producir, entre otros productos, combustibles biológicos.
La compañía fabricante del refresco se comprometió hace poco con la organización no gubernamental británica Oxfam a no ser cómplice del hurto de tierras a indígenas, una promesa que, según Survival, incumple si mantiene su asociación con Bunge.
«Coca-Cola debe dejar de comprar azúcar de Bunge. Mientras estas empresas se lucran, nosotros nos vemos obligados a soportar hambre, miseria y muertes», afirmó un portavoz guaraní, en unas declaraciones recogidas por Survival.
La comunidad guaraní de Jata Yvary en el Mato Grosso do Sul de Brasil, formada por 370 personas, ha visto como la mayor parte de sus tierras ancestrales se han convertido en plantaciones para Bunge, al tiempo que sufren graves problemas de salud por los pesticidas.
De acuerdo con Survival, las tierras han sido robadas por poderosos rancheros que las utilizan para ganado y para la producción de caña de azúcar y soja.
Los líderes tribales son sistemáticamente asesinados al intentar defender sus derechos y otros miembros de la tribu se suicidan por desesperación, asegura la ONG.
Survival, que también ha hecho un llamamiento a Bunge para que deje de suministrarse en tierras usurpadas, pide a las autoridades brasileñas que protejan la tierra de los guaraníes antes del Mundial de fútbol de 2014.
En cuanto a Coca-Cola, el director de Survival, Stephen Corry, ha subrayado que, mientras su acuerdo con Bunge continúe, la promesa de la empresa contra el robo de tierras «está vacía de contenido».