Un indonesio buscado por la Policía se entregó el domingo en una comisaría de Yakarta. No detonó el cinturón-bomba que llevaba puesto, informaron hoy los medios locales.
«Hemos confirmado que quien se entregó es (Muhammad) Toriq. Tenía planeado suicidarse en un atentado. Había seleccionado cuatro objetivos potenciales», dijo el portavoz de la Policía Nacional de Indonesia, Boy Rafli Amar, según la edición digital del diario «Jakarta Globe».
El terrorista había pensado detonar el cinturón-bomba que portaba en la sede de la Policía movilizada en la ciudad de Depok, al sur de Yakarta, o en la oficina capitalina de Densus 88 de la Policía o un edificio policial en Salemba o en un centro budista, este último en protesta por la marginación que sufre la minoría musulmana rohingya en Birmania (Myanmar).
Toriq era buscado por su presunta participación en pasados atentados e incluso se pensó que era el terrorista que resultó gravemente herido en su casa en Depok el sábado pasado, cuando supuestamente estalló uno de los artefactos explosivos que manejaba.
Indonesia ha sido blanco de numerosos atentados desde el ocurrido en la isla de Bali el 12 de octubre de 2002 en el que murieron 202 personas, la mayoría turistas, y con el que se dio a conocer mundialmente la organización Yemaa Islamiya, considerada por los expertos el enlace de Al Qaeda en el Sudeste Asiático.