El censo para cuantificar las pérdidas y afectaciones en el sector agrícola debido a la fuerte estación invernal inició este martes en Manabí, Guayas y Los Ríos, tres de las cinco provincias declaradas en estado de excepción.
El proceso está a cargo del Ministerio de Agricultura (Magap), la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) y las Fuerzas Armadas (FF.AA.), y Cruz Roja, que trabajan en conjunto con el apoyo de 500 militares.
A la entrada de los cantones se instalaron mesas, donde los delegados recogían la información y llenaban fichas. Los agricultores contaban que sus cultivos se habían echado a perder y pedían la asistencia gubernamental.
«De dos cuadras de cacao que tenía no hay ya la mitad», contó uno de los perjudicados a los delegados encargados de recolectar los datos que llegaron hasta Portoviejo.
Otros delegados ingresaron a los recintos.
Manabí es una de las provincias más afectadas pues se calcula que 11.000 hectáreas de cultivos se han perdido, mientras otras 21.000 están seriamente afectadas.
Además, habrían muerto 125.000 animales de corral, entre ellos aves, cerdos, cabras y vacas, según un reporte de la SNGR.
Los resultados del censo se conocerán a finales de marzo. Cuando se conozcan las cifras comenzará la propuesta de reactivación productiva, que se pondrá en marcha una vez que paren las lluvias.
En tanto que varias asociaciones de campesinos del Litoral se reunieron hoy en Guayaquil para analizar la situación que atraviesan los pequeños y medianos agricultores.
El presidente de la Corporación Nacional de Agricultores y Sectores Afines (Conasa), Abel Nabas, detalló a la Agencia Andes que existen extensas hectáreas de productos de ciclo corto, especialmente de arroz, destruidas por el exceso de precipitaciones.
El dirigente consideró positivo el censo pues permitirá conocer en cifras reales del impacto de las intensas lluvias en el sector agrícola. Esperan que con los resultados se cristalice la ayuda de forma inmediata.
El gremio ha propuesto que se condonen las deudas adquiridas con el Banco Nacional de Fomento (BNF) a los campesinos que perdieron la totalidad de sus sembríos y una restructuración para quienes tengan una pérdida parcial.