Eran las ocho de la mañana y en las afueras del colegio Aguirre Abad todavía se visualizaban estudiantes que de manera tranquila, restando importancia al atraso, hacían su ingreso al centro educativo. «Aquí parecen oficinistas. Lo peor es que les permiten ingresar a la segunda hora sin problemas. En las aulas hay grafitis por todas partes. No sé qué es lo que estudian porque parecen pandilleros», se queja Freddy Reyes, padre de familia y a quien le preocupa el futuro de su hijo.
Uno de los estudiantes que llegaba atrasado, y que prefirió no revelar su nombre, dijo: «No todos nos comportamos como vándalos. Nosotros no estamos metidos en eso. Los profesores nos dijeron que dejemos de lanzar piedras porque van a clausurar el colegio».
Esto dijo refiriéndose al incidente que ocurrió la semana pasada, cuando su colegio tuvo un enfrentamiento a pedradas con estudiantes del Vicente Rocafuerte, lo que causó que el Ministerio de Educación interviniera el plantel por 30 días.
Ayer, la subsecretaria de Educación del Distrito de Guayaquil, María Dolores Cedeño, indicó que el consumo de drogas, que define como un acto de violencia contra sí mismos, al igual que lanzar piedras, es un síntoma del alumno que no sabe expresar su malestar. Ante ello, explicó, se tomó la decisión de declarar el estado de intervención, un plan piloto que consiste en varias fases.
Agregó que para la primera se diagnosticaron distintas situaciones. Para esto, indicó Cedeño, habrá una serie de intervenciones, entre ellas la infraestructura. «Se adecuarán y cambiarán algunas cosas que son necesarias en el plantel. También se han mantenido conversatorios con los estudiantes y se ha logrado identificar la necesidad de fortalecer el departamento de Consejería que funciona en el establecimiento y hacer una proyección desde un trabajo macro, con el objetivo de conocer los problemas que los afectan».
Agregó que como parte de la intervención, se trabajará con las autoridades del plantel y los docentes de distintas áreas para fortalecer y mejorar el proceso pedagógico, así como mantener el vínculo entre docente y estudiante. «En este momento ellos sienten que han sido vulnerados sus derechos, que tienen una imagen de desvalorización y han sido objeto de miradas despreciativas. Por eso es importante que como sociedad civil pensemos por lo que pasa el estudiante».
Por ahora, agregó, se centrarán en el proceso de diagnóstico y planificación. Asimismo reveló que a partir de la próxima semana se conocerán más acciones que se tomarán dentro del proceso de intervención, el mismo que se implementará cada vez que sea necesario en un plantel, dentro del marco del acuerdo 179-12 que dice que en momentos de calamidad a nivel de los distritos, se procede.
No obstante, Cedeño dijo que «no todos los centros educativos lo necesitan, como se ha hecho en el Aguirre Abad, porque hay estudiantes que dan más problemas y otros menos».
AULAS CERRADAS DEL PÉREZ PAZMIÑO SE ABRIRÁN
Debido a la forma como reciben clases los estudiantes del Ismael Pérez Pazmiño, en los patios del plantel, la subsecretaria de Calidad y Equidad Educativa, Alexandra Higgins, explicó que se pidió la renuncia del rector distrital del plantel. «A partir de la próxima semana esto cambiará. Se abrirán las aulas que estaban cerradas y sin uso».