“La oposición por inmadurez o canibalismo político insiste en responsabilizar a las víctimas del 30-S como culpables”, dijo hoy el secretario particular del presidente, Gustavo Jalkh, en una entrevista en Ecuavisa.
El ex ministro del Interior afirmó que hablar de que el 30 de septiembre del 2010 “se encendió la mecha o de imprudencia, corresponde a un análisis bastante ligero de una situación compleja. Nosotros cumplimos con nuestra responsabilidad histórica y democrática de emprender una gran reforma de la Policía”.
Jalkh aseguró que el haber ido personalmente (al Regimiento Quito) para resolver a través del diálogo una insurrección “totalmente infundada” también era un “deber histórico”. El funcionario dijo que frente al hecho de una reacción política “de un grupo demencial” que empezó a lanzar “consignas a favor de un político que mucho daño le ha hecho al país por supuesto que produjo tremenda indignación”.
Para Jalkh en el 30 de septiembre hubo traidores que violaron su juramento de defender a los ciudadanos. “Hubo gente que traicionó la democracia en el país”.
Señaló además que en la Policía Nacional hay investigaciones en curso. “Hay 700 o más policías que han tenido que enfrentar sanciones disciplinarias por faltas graves o gravísimas e incluso han tenido que salir de la institución”.