Cuando el presidente de la República, Rafael Correa, anunció su decisión de explotar las reservas petroleras que hay en el parque Yasuní su discurso estuvo dirigido a los jóvenes. A ellos se refería directamente cuando expuso las razones para fundamentar su postura.
Cuando grupos opositores, activistas y ecologistas han convocado a manifestaciones en contra de la decisión gubernamental también han apelado al apoyo juvenil.
El estudiante de la Universidad Central, Paúl Sánchez, quien se considera un activista independiente, dice que los jóvenes tienen una nueva conciencia social frente a los temas de relevancia nacional. «Queremos construir una nueva sociedad, justamente la sociedad del Buen Vivir», resaltó.
Muchas de las organizaciones aclaran que no están aliadas a ninguna agrupación política. Amanda, integrante de la campaña «Amazonía por la vida», opinó que este tema es un asunto de interés político, pero que la entidad trabaja para defender la reserva ecológica de forma independiente y no pertenecen a ningún partido o agrupación política. «No estamos con los verdes, ni con los azules, ni con nadie», insistió.
En los eventos de Quito han estado presentes dirigentes políticos de Pachakutik y el MPDEstas organizaciones han propuesto otras formas de desarrollo económico basadas en la energía eólica, el reciclaje, una agricultura apegada a la tradición, un posible incremento en los impuestos a las empresas que registran más ingresos en Ecuador y en la eliminación del subsidio a los combustibles fósiles.
Alexandra Garcés Santander, parte del grupo «Kitulectivo», mencionó que existe una contradicción en cuanto a la iniciativa Yasuní-ITT. «Cómo pueden apoyar otros países a la iniciativa si aquí el precio de la gasolina es tan barata, que no les duele», expresó.
Asimismo, Paúl Montemayor, egresado de la Universidad Católica, apoya las marchas como la protagonizada el martes de la semana pasada, pero considera que en las luchas sociales es importante «no tener una doble moral: si se pide que el petróleo se conserve bajo tierra, no se debe depender de él».
Sin embargo, en las marchas también salen otros temas. Sandra, por ejemplo, participó en la Marcha Pro YasuníI-ITT que se realizó la semana pasada y aprovechó la aglomeración para resaltar la importancia de la educación intercultural que -en su opinión- no ha sido considerada dentro de la planificación estatal: «Nosotros trabajamos con las comunidades y sabemos que la educación del milenio no les favorece en nada», resaltó la militante.
Isaac Peñaherrera (25 años), parte del colectivo Raíces Arkanas, explicó que la lucha debe ser por todos los espacios sagrados como el reservorio arqueológico Catequilla. El joven expresó que la lucha es importante porque no solo el Gobierno decide sino también la ciudadanía vinculada al proceso de organización popular que apunta al Buen Vivir.
En las marchas unos dicen defender el Yasuní, otros la educación o el seguro campesinoEn varias ocasiones la concurrencia a las marchas no ha sido la esperada. Sin embargo, Marcelo Negrete, dirigente del movimiento Mariátegui de la Universidad Central, afirmó que más importante que el número de personas es el «acto de lucha, que busca un proceso pensado desde Ecuador y para su gente».
Omar Martínez, director del colectivo juvenil Ecuadrenalina, con respecto a las declaraciones del presidente Correa sobre cómo grupos de oposición utilizan a los jóvenes, respondió que la juventud es libre y que no está manejada por nadie, pero reconoce que ciertos grupos tratan de beneficiarse de ellos y hacer campaña política.
Integrantes de los colectivos coincidieron en que si se realiza la consulta, la mayoría de la gente estará de acuerdo con la extracción del crudo porque el modo de vida de las personas está fijado por el petróleo.
Por ello, señalaron que es crucial convocar el referendo para determinar qué es lo que realmente piensa la ciudadanía y el grado de compromiso de los ecuatorianos con el tema del Buen Vivir. «Es importante para nosotros saber, en consulta popular, qué tan amplia está la conciencia de la ciudadanía con respecto al medio ambiente en el que vivimos», señaló el dirigente de Ecuadrenalina.
Los jóvenes cuestionan que el debate sobre el Yasuní se haya politizado y creen que es primordial la organización, en donde se puedan exponer ideas y exista el diálogo.
Hace unos días, Cedatos informó que el 56% de la población aprueba la decisión de explotar responsablemente el Yasuní.