Verónica Elisabeth, una ecuatoriana de 35 años que robaba a los hombres que conquistaba tras dormirlos con psicotrópicos, responde desde hoy ante la Justicia española a la acusación de asesinar a un hombre e intentarlo con otro.
Se da la circunstancia de que una ex novia de la procesada le ha contado a los jueces que Verónica pudo utilizar ese método -llamado el «beso del sueño»- hasta en cincuenta ocasiones y que juntas habían estado ejerciendo la prostitución con hombres en Bilbao, Valencia, ávila y Madrid.
Además, en el primer día del juicio en la Audiencia Provincial de Madrid, la Fiscalía anunció la reapertura de un caso relacionado con la muerte de un hombre, en 2007, ante la sospecha de que Verónica Elisabeth P.M. pudiera estar relacionada con este hecho.
Según fuentes jurídicas, el caso reabierto es el de Jesús Cifuentes, fallecido hace tres años en Madrid por causas no esclarecidas y cuyo cuerpo fue incinerado sin practicarle pruebas toxicológicas, por lo que el caso fue sobreseído.
Sin embargo, las huellas dactilares de Verónica Elisabeth P.M. fueron encontradas en el domicilio de la víctima.
La procesada, que se enfrenta a 33 años de prisión por un delito de homicidio, otro en grado de tentativa y dos robos, reconoció parcialmente los hechos al declarar que ejercía la prostitución y dormía a sus clientes con la intención de robarles.
«Eché un líquido para que se durmiera pero nunca pensé que le iba a matar», dijo Verónica Elisabeth al recordar que el 13 de marzo de 2009, tras conocer en una discoteca madrileña a Juan G.R., de 58 años, se fue con él a su casa para mantener un encuentro sexual.
La procesada le preparó a la víctima una bebida alcohólica con dos sustancias psicotrópicas, a las que añadió sacarina «para darle un sabor dulce», y la mezcla presuntamente le ocasionó la muerte al hombre horas después.