La policía de la capital británica le había entregado horas antes una carta a la embajada de Ecuador pidiéndole a Julian Assange que se someta a las autoridades.
Pero él dice que está siendo perseguido por filtrar información sensible en la internet y que, por ley, su derecho a pedir asilo tiene prioridad sobre las leyes de extradición. Assange afronta un pedido de extradición de Suecia por acusaciones de agresión sexual, que él niega.
El fundador de Wikileaks, Julian Assange, quien se refugia en la embajada de Ecuador en Londres, dice que no tiene ninguna intención de entregarse a la policía. Mientras continúe dentro de la embajada el australiano estará en territorio diplomático y por tanto fuera del alcance de las autoridades británicas. Pero puede ser detenido en cuanto salga de la legación.
El creador de WikiLeaks se refugió el pasado 19 de junio en la embajada ecuatoriana para evitar una extradición a Suecia, país que lo requiere para interrogarlo por cuatro supuestos delitos de agresión sexual que niega haber cometido y por los que todavía no lo ha sido acusado formalmente.
Assange está a la espera de una decisión sobre su solicitud de asilo político a Ecuador, cuyas autoridades evalúan si es cierto, como él dice, que es víctima de una persecución política tras la filtración de decenas de miles de documentos secretos de Estados Unidos, país donde según él podría terminar siendo extraditado y condenado a muerte por espionaje.
En los 18 meses transcurridos desde su detención en Londres en diciembre de 2010, el australiano ha agotado los recursos de que disponía en el Reino Unido, cuya Corte Suprema autorizó su extradición a partir del 28 de junio, dándole dos semanas de plazo para presentar una apelación ante la Corte Europea de Derechos Humanos.