Luego de los casos de Julian Assange y de Emilio Palacio que han llamado la ateción de todo el mundo, Keane realiza un análisis titulado «Historia de dos asilos: Assange, Palacio y la hipocresía de los medios», en donde manifiesta su opinión sobre la doble moral con la que la prensa ha manejado el tema de sus asilos.
Al primero, Ecuador le concedió asilo por considerar, entre otras cosas, que su vida corría peligro de ser extraditado a los Estados Unidos, país al que dejó al descubierto al revelar miles de cables diplomáticos. En cambio el segundo huyó a Miami diciéndose perseguido político.
Por Keane Bhatt, NACLA | Opinión
«De vez en cuando los acontecimientos mundiales nos muestran ejemplos paralelos, dos instancias virtualmente idénticas a través de las cuales podemos comprender mejor el papel que desempeñan las instituciones poderosas, como la prensa.
»Así, cuando el Ecuador le concedió asilo al periodista australiano Julian Assange a mediados de agosto, y luego, dos semanas después, Estados Unidos le ofrece asilo al periodista ecuatoriano Emilio Palacio, los dos casos ponen al desnudo la hipocresía de la prensa dominante.
»El 16 de agosto el gobierno ecuatoriano le concedió asilo político al fundador de WikiLeaks Julian Assange en su embajada en Londres debido a que aparentemente le sería negado un tratamiento justo por su supuesta mala conducta sexual en Suecia. Suecia ha rechazado la oferta de interrogar Assange en Londres, o en la embajada ecuatoriana, sin ofrecer ninguna explicación.
»Más preocupante aún es la negación de Suecia de ofrecer garantías para no extraditar a Assange a los Estados Unidos, si él decide voluntariamente ir a ese país. La oficina de Relaciones Exteriores del Reino Unido, a pesar de los múltiples pedidos, se negó a declarar si ejercería su poder de negarse ante algún pedido de extradición por parte de Estados Unidos una vez que Assange estuviera en Suecia; y Estados Unidos no dio ninguna indicación de que no intentaría extraditar a Assange. Estos hechos no pintan un buen panorama para Assange, tomando en cuenta que el vicepresidente Joe Biden lo calificó como un “terrorista de tecnología” por su trabajo en la divulgación de documentos clasificados de Estados Unidos, y que Suecia previamente violó las leyes internacionales al trabajar con la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) para trasladar a Egipto a dos personas que pedían asilo porque se los acusaba de terrorismo, y luego fueron torturados.
»El New York Times no se ha enfocado en esos temas. En su lugar, al igual que otras organizaciones de prensa en ambos lados del Atlántico, este medio ha aprovechado esta oportunidad para poner en relieve el doble estándar del Ecuador. En un artículo del 16 de agosto, el Times escribió, “A muchos les pareció extraño que el Sr. Assange, que alcanzó la fama como un luchador por la libertad de prensa, haya escogido al Ecuador como posible refugio. [El presidente Rafael] Correa ha liderado una ofensiva contra los periodistas allá”. Es más, el Times con frecuencia se ha agarrado del caso del periódico guayaquileño El Universo, cuyos tres directivos y el editor de opinión fueron demandados por Correa, y que en su momento enfrentaron multas de $40 millones y tres años de prisión por injurias penales. (Correa previamente había manifestado su voluntad de retirar la demanda si El Universo ofrecía una disculpa incondicional; cuando las sentencias fueron ratificadas, Correa los perdonó de todas las condenas)»
»Entonces, el 30 de agosto, cuando Estados Unidos le otorgó asilo al editor de la página de opinión de El Universo, Emilio Palacio, que había huido a Miami el año pasado después de haber sido demandado por Correa, la reacción de la prensa fue asombrosa por su hipocresía.
»En la cobertura de la historia, ni Reuters ni la BBC destacaron la ironía de la elección de Palacio de buscar asilo dentro de un país cuyo historial sobre libertad de prensa incluye la detención de seis años sin el debido proceso del camarógrafo de Al Jazeera Sami Al-Hajj en la base de Guantanamo, Cuba»
Otro extracto de esta publicación hace referencia a las contrastantes representaciones que la prensa hace de los méritos periodísticos de Assange y de Palacio:
«(…) Assange es responsable de haber proporcionado al público evidencias de que los pilotos de un helicóptero estadounidense dispararon contra una docena de civiles iraquíes, entre ellos dos periodistas de Reuters; que la Secretaria de Estado Clinton ordenó a diplomáticos estadounidenses que recopilaran información privada y datos biométricos de importantes funcionarios de la ONU; que Yemen de forma engañosa se hizo responsable por ataques con misiles que en realidad habían sido realizados por Estados Unidos; y que la administración del presidente Obama presionó a España para que pusieran fin a las investigaciones de torturas contra funcionarios del gobierno de Bush. Como respuesta a estas y muchas otras revelaciones hechas por WikiLeaks sobre los delitos y la deshonestidad en los niveles más altos del gobierno, la prensa estadounidenses o bostezó o los calificó efusivamente por buenos.
»Palacio, por otro lado, es el autor de un ejemplo de abyecta deshonestidad periodística. Su editorial del 2011 en El Universo acusó falsamente “al Dictador”, Correa de haber cometido “crímenes de lesa humanidad” por supuestamente haber ordenado a sus tropas disparar contra un “hospital lleno de civiles y gente inocente” durante un intento de golpe de estado contra él en el 2010. Palacio no proporcionó ni una pizca de evidencia por sus denuncias. Pero la prensa estadounidense ha cepillado los infundios de las acusaciones de Palacio en la cobertura de la aprobación de su asilo. Reuters dijo que Palacio simplemente “criticó las acciones [de Correa]”, y las repetidoras de NPR en todo el país difundieron una entrevista aduladora a la abogada de Palacio, Sandra Grossman, que dijo que existe mucho “debate y desacuerdo en el Ecuador sobre lo que ocurrió ese día, y que mi cliente abordó este acontecimiento en su artículo y criticó al residente por el manejo de la revuelta”. Con respecto a la aprobación del pedido de asilo de Palacio, Grossman agregó, “Veo que las acciones del presidente Correa son muy contradictorias, considerando cómo trata a los periodistas en su propio país. Y quizá Estados Unidos está usando esta oportunidad para ilustrar esa situación también”. Se ilustró un punto, pero no es al que la abogada de Palacio se refiere (…)»
Se debe recordar que Palacio puede ingresar libremente al país, pues en el juicio presentado por el Presidente Rafael Correa, en su calidad de ciudadano, la sentencia nunca fue ejecutada, ya que el acusador perdonó a los sentenciados.
Todos los análisis y opiniones de Bhatt han sido publicadas en una amplia gama de medios que incluyen a NPR, The Nation, The St. Petersburg Times, CNN en Español, Amauta y Upside Down World.
Su enfoque es claramente en Cultura, Democracia, Desarrollo, ética, Derechos Humanos, Pobreza, República Dominicana, Haití, Estados Unidos, América.
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