El presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, advirtió ayer que viajará a Europa para exigir que se cumpla con la ampliación del Canal al consorcio que amenazó con suspenderla si no le pagan $ 1.600 millones por sobrecostos.
«Voy a ir a España e Italia a exigirle a estos gobiernos responsabilidad moral por lo actuado, porque no puede ser que una empresa meta una cantidad enorme de sobrecostos en una obra de ampliación, que es una obra de la humanidad», declaró a periodistas Martinelli, sin precisar fechas del viaje.
El Grupo Unidos por el Canal (GUPC), liderado por la constructora española Sacyr, envió a la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) una carta, con fecha del 30 de diciembre, en la que advierte que «en 21 días suspenderá la construcción de la obra» por supuestos incumplimientos del contrato en relación con sobrecostos que ascienden a 1.600 millones de dólares.
Además, GUPC está integrado por la firma italiana Impreglio, la belga Jan de Nul y la panameña Constructora Urbana.
«Cuando ellos licitaron pusieron un precio y ahora van a venir con el cuentito de que están subiendo los precios», afirmó Martinelli, tras emitir en el Congreso un informe sobre gestión de gobierno.
El consorcio envió ayer un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) española informándole del conflicto.
«GUPC mantiene abierta la interlocución con la Autoridad del Canal de Panamá para alcanzar un acuerdo satisfactorio que ponga fin al actual desequilibrio contractual», afirmó ayer la empresa española, en un comunicado.