La Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) es cada vez más autónoma, incluso más paramilitar, según un análisis publicado ayer por el diario El País de España.
La nota titulada “Una CIA militarizada toma el control de la lucha antiterrorista” explica que las fronteras entre el Pentágono y la agencia cada vez son más borrosas. “Las líneas que hace años separaban a la Agencia Central de Inteligencia y al Pentágono se han ido diluyendo gradualmente a medida que las dos guerras que Estados Unidos abrió en la pasada década han ido tocando a su fin”, explica el texto.
En ese sentido pone como ejemplo que el que fuera director de la CIA, Leon Panetta, ahora es secretario de Defensa. Mientras que David Petraus, quien condujo la guerra de Irak y Afganistán, hasta hace poco dirigía el espionaje norteamericano.
La CIA ahora comanda directamente operaciones antiterroristas en el campo de batalla. Esas acciones antes las hacía el Pentágono con la información que proporcionaban los agentes. Los drones (aviones no tripulados) han dado de baja a decenas de “terroristas” en Pakistán, Yemen y Somalia. Según la nota de El País, ahora esas operaciones se extenderían al norte de áfrica, donde Al Qaeda se fortalece.
Es justamente durante el gobierno de George W. Bush, pero sobre todo del de Barack Obama, que la CIA ha cobrado esta prominencia. Petraus, antes de renunciar a su cargo por un lío de faldas, pidió la compra de nuevos drones. Aunque no hay datos oficiales se estima que la CIA ahora tiene 35 de estos aparatos.
Estas aeronaves, que son en estos momentos la punta de lanza del poderío militar norteamericano, no solo servirán para bombardeos selectivos sino también para espionaje. A ciencia cierta no se sabe si estos aparatos solo serán usados en Medio Oriente, o el espionaje se extendería al resto del mundo.
Sobre este tema también habla el periodista chileno Patricio Mery, quien denunció una supuesta operación de tráfico de droga en su país para financiar las operaciones de la CIA contra el presidente ecuatoriano, Rafael Correa.
El reportero, cuya investigación fue reproducida por la revista mexicana Proceso, considera que existe un creciente conflicto interno entre el Pentágono y la CIA.
Para él, la CIA es cada vez más autónoma y es manejada por un grupo de la ultraderecha norteamericana, los llamados halcones. A ellos incluso les molestaría la reciente victoria electoral de Barack Obama por su tolerancia a los gobiernos progresistas de la región.
Sobre la denuncia, Mery asegura que el contacto de la CIA en su país es el actual prefecto de Arica, Luis Carreño. Esa zona limita con Bolivia que es de donde provendría la droga.
Y añade que la CIA y el FBI tienen una larga trayectoria en Chile. Afirma que esas dos entidades estuvieron detrás de las acusaciones contra dirigentes del Partido Comunista de su país sobre supuestos nexos con la guerrilla colombiana de las FARC.
También cita el caso del paquistaní, a quien acusaron de ser parte de Al Qaeda. Para Mery ese mismo tipo de montajes la CIA planea realizar contra Rafael Correa para incidir en los resultados de las elecciones presidenciales de 2013.