La separación de siete dirigentes indígenas de Pachakutik fragmenta a la organización política en Morona Santiago, Imbabura, Orellana y Chimborazo, de donde son oriundos los expulsados.
Rafael Antuni, coordinador nacional de Pachakutik, señaló que el Consejo Político Nacional de la entidad decidió declarar como personas no gratas a Fausto Suárez, viceprefecto de Morona Santiago, Mariano Curicama, prefecto de Chimborazo, Miguel Lluco, fundador del movimiento indígena de Chimborazo, además a Anita Vásconez y Ana Pilamunga, dirigentes de esa provincia, así como Ana Rivas, alcaldesa de Orellana, pese a que esta última, señaló Antuni, decidió desafiliarse de manera voluntaria.
A pesar de que aún no han sido notificados con la decisión, Lluco, quien fue uno de los fundadores de Pachakutik en Chimborazo, asegura que esa “supuesta separación” no “tiene asidero legal” y sostiene que es ilegal, inconstitucional y que no respetó el Código Orgánico de la organización. Denunció que no funcionó la Comisión de ética del movimiento y que no tuvieron derecho a ejercer su defensa.
Para él, hay intereses “de la derecha” que motivan a la dirigencia a desafiliarlos. Cree que los dirigentes están equivocados, “puede ser que estén viviendo momentos críticos porque no han logrado interiorizar en sus bases o dar una continuidad a los valores que nos plantearon a constituirnos en una organización alternativa”.
Quienes han sido expulsados preparan su defensa. Lluco precisó que, a pesar de que no han sido notificados, el Consejo Político de la provincia -integrado por 5.000 personas- “impugnó” la decisión y enviaron una comunicación a la coordinadora nacional del movimiento, pero aún no reciben una respuesta.
En cambio Antuni dice que Lluco y Curicama desde hace mucho tiempo están trabajando con la “camiseta verde… les dejamos el camino libre para que se postulen por esa línea”. Pero Curicama reitera que solo cumplen un acuerdo político que firmaron con PAIS en 2009 y que a criterio de Lluco les ha ido muy bien. “Estamos sirviendo de manera dirigente a la gente” y por ello se pregunta “¿será que a ciertos ‘compitas’ les mueve la desesperación de candidaturas?”.
Y este tema es precisamente uno de los que se analizarán en la Convención de la Coordinadora Plurinacional de las Izquierdas, que se realizará este próximo viernes y sábado. Antuni afirma que con PAIS ya no hubo acuerdo y que este se rompió en ese mismo año. “Tuvimos que volver a reinscribir al partido y recolectar de nuevo las firmas, con miras a nuevas alianzas”, aclaró.
Pero Lluco y Curicama se mantienen en que el acuerdo sigue y que la prueba es que ellos están en cargos de elección popular, “en las comunidades nos eligieron”. En la coordinadora están sectores como Montecristi Vive, Concertación, MPD, entre otros. Curiosamente, el 25 de abril de 2012, en un boletín de prensa, la Ecuarunari indica que una de las resoluciones de la organización será consultar a las provincias sobre la permanencia en la coordinadora.
Lluco los llama “Raimundo y todo el mundo, la oposición al gobierno y no hay que oponerse por hacerlo”. El dirigente enfatiza que él es de Pachakutik y en las próximas elecciones participará cobijado por la huipala. Ellos ya inscribieron la directiva provincial ante el Consejo Nacional Electoral y participarán por una reelección en las elecciones de 2013. Recuerda que asambleístas como Gerónimo Yantalema se registraron como candidatos de PAIS, en las pasadas elecciones y hoy aparecen como de Pachakutik. “¿Por qué?”, se cuestionan los dirigentes.
Antuni califica como el peor error que ellos ocupen cargos públicos. Lluco se defiende: “La ley no prohíbe a ningún ecuatoriano acceder a un cargo público. Más bien es una garantía de la Constitución”. Y recuerda que en 2003, por ejemplo, Nina Pacari llegó a ser ministra de Relaciones Exteriores y Luis Macas, ministro de Agricultura, en el gobierno de Lucio Gutiérrez, gracias a un acuerdo que Lluco califica como “electoral” y lo diferencia con el de PAIS, porque este último es “programático, ahora se habla del Plan del Buen Vivir, en donde se garantiza la interculturalidad; no es solamente llegar a un puesto con las elecciones sino transformaciones sociales”.
Fanny Campos, subcoordinadora nacional de Pachakutik, habló el pasado 8 de mayo de la separación de Daniel Suárez, quien hasta 2003 fue coordinador provincial de Pachakutik en Imbabura. Aquellas aseveraciones llamaron la atención de Suárez, quien contó que hasta 2003 integró esas filas, a través de la Coordinadora de Movimientos Sociales, que reunió a indígenas de la Conaie; campesinos, en donde estuvieron Rodrigo Collaguazo y Jorge Loor, además de movimientos de mestizos, en donde estuvieron, entre otros, el alcalde Augusto Barrera, la ministra de la Política, Betty Tola y el asambleísta Virgilio Hernández.
Suárez cuenta que decidieron abandonar esa línea política porque “una mirada indigenista se enquistó en Pachakutik”. Cuenta que hubo intolerancia de la Conaie y la confluencia de sectores que ellos pregonaban se quedó en palabras.
Según Suárez, dirigente de Imbabura, detrás de las expulsiones hay “un afán de protagonismo por resarcir viejos amores y preocupaciones de quienes perdieron su vigencia histórica”. El activista recuerda que solo el 1% de la población votó en las últimas elecciones por el movimiento. Para él, detrás de la mirada indigenista y excluyente estaría Lourdes Tibán, “que tiene una visión de persecución a los dirigentes históricos”. Ricardo Ulcuango, quien fue expulsado en 2011, los llama “la derecha que se tomó el movimiento indígena”. Reflexiona que ser expulsado de su comunidad es ilógico: “algo así como volver a nacer y ¿cómo lo hago?”.