La familia Svalander, suecos de nacimiento y un poco ecuatorianos de corazón, se enteraron hace poco de que al dejar el Ecuador se les devolverá el 12 por ciento del Impuesto al Valor Agregado (IVA) por sus gastos en alojamiento y bienes producidos en el país.
“Nos parece una gran idea, no lo sabíamos, y por eso no recolectamos las facturas, para otra vez será”, dice Olle, padre de familia. él, junto a su esposa Charlotte y su hijo Sam permanecieron dos meses en territorio ecuatoriano, se enamoraron de Esmeraldas y sus playas y piensan volver algún día. “Es maravilloso, ustedes tienen todo en un espacio pequeño”, comenta Charlotte.
Desde el pasado lunes, el Gobierno nacional puso en vigencia la normativa que permite a los turistas extranjeros, siempre y cuando hayan permanecido en el país menos de 180 días, cobrar a su salida el impuesto que pagaron por hospedaje y por los productos que los acompañen al momento de dejar el país.
Para la viceministra de Turismo, Solange Garcés, el gran objetivo de la iniciativa, expedida en el artículo 182 del reglamento para la aplicación de la Ley de Régimen Tributario Interno, es el incremento del turismo y, por lo tanto, la dinamización de la economía.
Cuando se devuelven el IVA al turista, señala Garcés, se propicia que ese dinero se destine al gasto de otros bienes “y eso es sumamente importante y compatible con la política de Estado de dinamización de las economías”.
La retribución monetaria será efectiva cuando cada factura tenga un valor no menor a 50 dólares y sea proporcionada por locales afiliados y registrados en el Servicio de Rentas Internas (SRI) después de cumplir algunos requisitos.
Así lo explica José Antonio Guzmán, funcionario de la institución. “Para que el turista acceda a este beneficio deberá comprar únicamente en los establecimientos afiliados al proceso de devolución de IVA a turistas”.
A Juan Macario, comerciante del Mercado Artesanal de Quito, la idea le parece “muy buena”, porque al afiliarse “más turistas comprarán mi mercadería”, señala. Macario, que vende manteles y otras artesanías, sí entrega facturas a sus clientes y dice que pronto irá al SRI para realizar los trámites necesarios.
Los productos que se incluyen en la lista son: textiles, café, chocolates, prendas de vestir, calzado, artículos de cuero, sombreros, bisutería, joyas, artículos de madera, instrumentos musicales, entre otros.