La Corte Internacional de Justicia de La Haya ratifica la soberanía de Colombia sobre los islotes en el mar Caribe reclamados por Nicaragua.
El diferendo entre Nicaragua y Colombia, sobre el que La Corte Internacional de Justicia (CIJ) emitió hoy su fallo, se prolonga desde 2001, cuando el Gobierno nicaragüense solicitó a este tribunal que definiera las fronteras marítimas en el Caribe entre ambos países.
La resolución de la Corte Internacional, que es inapelable, puso el punto y aparte en una controversia jurídica de once años pero que diplomática y políticamente se remonta a 1980, cuando Nicaragua desconoció el Tratado Esguerra-Bárcenas firmado con Colombia en 1928, por considerarlo nulo, pues alega que el país estaba ocupado militarmente por EE.UU.
En ese tratado, los dos países firmaron un acuerdo que establecía el meridiano 82 como frontera marítima entre Nicaragua y Colombia. Nicaragua reclamaba la soberanía de unos 50.000 kilómetros cuadrados, que incluyen el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina y unos cayos cercanos, y por tanto la nulidad del tratado de 1928 que otorgó el dominio de este territorio a Colombia.
En un fallo preliminar, de 2007, la Corte Internacional, con sede en La Haya, confirmó que las islas mayores de San Andrés, Providencia y Santa Catalina son colombianas, pero también se declaró competente para decidir sobre la soberanía de media docena de cayos y trazar una frontera marítima en lugar del meridiano 82.