La hipertensión causa la muerte anualmente a 9,4 millones de personas en el mundo y es responsable del 45% de los ataques de corazón y del 51 por ciento de los derrames cerebrales, según alertó hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Es por esta razón que la OMS ha elegido la hipertensión, o tensión arterial alta, como el tema del Día Mundial de la Salud 2013, que se celebra cada año el 7 de abril, en conmemoración del aniversario de la creación de la entidad en 1948.
Para concienciar de la importancia de esta dolencia, la agencia sanitaria de Naciones Unidas recordó que, globalmente, las enfermedades cardiovasculares matan anualmente a 17 millones de personas; y de estos, 9,4 millones de decesos están ligados directamente a problemas de hipertensión.
Según los últimos datos con los que cuenta la OMS, que datan de 2008, el 40 por ciento de los adultos de más 25 años en el mundo padecía hipertensión.
Es decir, uno de cada tres adultos, o mil millones de personas en 2008 sufrían de hipertensión, cuando en 1980 esta dolencia afectaba a 600 millones de personas mayores de 25 años.
Uno de los principales problemas con los que se enfrenta la lucha contra la hipertensión, es el hecho de que afecta especialmente a los países de ingresos medios y bajos.
De hecho, el 80 por ciento de las muertes causadas por enfermedades cardiovasculares se dan en los países en desarrollo.
No sólo afecta el hecho de que en los países menos desarrollados viven muchas más personas que en el mundo rico, sino que tiene sistemas de salud más débiles, por lo que la mayoría de los casos de hipertensión no son diagnosticados, ni controlados ni tratados.
Concretamente, el mayor índice en el mundo de casos de hipertensión lo padece la región africana, con un 46 por ciento, mientras que la menor incidencia se da en la región de las Américas.
«La explicación es que en los países desarrollados los sistema de salud detectan de forma temprana la dolencia y la pueden tratar, porque tienen los medios para ello. Sin embargo, en lugares como África, no sólo los sistemas de salud son débiles, sino los hábitos culturales han cambiado, y para peor», explicó en rueda de prensa Shanthi Mendis, directora interina del departamento de Gestión de las Enfermedades No Transmisibles de la OMS.
«Los africanos no hacen tanto ejercicio como antes, comen muy salado, los precios de las materias primas están por las nubes con lo cual el acceso a productos naturales es muy restrictivo, etc», agregó Mendis.
El consumo de tabaco, el exceso de sal o de azúcar, la falta de ejercicio, el colesterol alto son algunas de las causas directas de la hipertensión.
«La detección precoz de la hipertensión y la reducción de los riesgos de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares resultan mucho menos costosas para las personas y los gobiernos que la cirugía del corazón, la atención posterior a esos accidentes, la diálisis y otras intervenciones que se pueden requerir posteriormente si la tensión arterial no se controla», concluyó Mendis.