Cerca de la mitad de los 1.210 millones de habitantes de la India se vieron afectados este martes por un segundo apagón masivo en dos días, que ha dejado sin suministro eléctrico a toda la zona norte y este del país.
El apagón eléctrico se inició en torno a las 13:00 hora local (07:30 GMT) con un fallo en la norteña ciudad de Agra, donde se encuentra el mausoleo del Taj Mahal, y, según la agencia IANS, se propagó por al menos diecinueve estados del gigante asiático.
La compañía eléctrica estatal, Power Grid Corporation of India, señaló que la avería, que se prolongó durante toda la tarde, sería restaurada a última hora del día, algo que todavía no ha se ha producido.
El fallo causó la paralización de cientos de trenes, lo que dejó varados a unos 300.000 pasajeros, y provocó la suspensión del servicio de metro de las urbes de Calcuta y Nueva Delhi, utilizado diariamente por 1,8 millones de personas sólo en la capital india.
El apagón también alteró la actividad en hospitales, plantas de agua, nucleares, y provocó atascos mayores de lo habitual en los núcleos urbanos, donde muchas personas abandonaron sus puestos de trabajo.
En el estado oriental de Bengala, 200 mineros quedaron atrapados bajo tierra, aunque las autoridades locales afirmaron que sus vidas «no corren peligro», según la agencia estatal PTI.
Según la versión oficial, el corte alcanzó tanta magnitud porque algunas de las regiones afectadas consumieron una cantidad de energía mayor de la que tenían asignada.
A primera hora de la tarde, el ministro indio de Energía, Sushil Kumar Shinde, declaró que las autoridades estaban haciendo todo lo posible por solucionar el problema.
Este lunes, millones de personas habían sufrido ya de madrugada lo que las autoridades indias calificaron como el «peor apagón» de la última década, aunque en ese caso solo afectó a siete regiones.
El de hoy, según diversas fuentes, es ya el más grave de toda la historia de la India, un Estado que logró su independencia del Imperio Británico en 1947.