Varias han sido las amenazas entre partidarios opositores en la Asamblea Nacional respecto a votar por el proyecto de Ley de Comunicación. Vicente Taiano, ex jefe de la bancada del PRIAN, advirtió con expulsar al ex asambleísta del mismo partido Vladimir Vargas si éste llegara a votar a favor del proyecto; y en definitiva así ocurrió. Vargas pasó al grupo de asambleistas Independientes. Más tarde, Gilmar Gutiérrez aseguraba lo mismo. La oposición política en la Asamblea impidió hasta el momento aprobar una ley que tenía «inconsistencias» en su contenido, y «violencia a la libertad de expresión», según lo afirmaban las bancadas del MPD, PACHAKUTIK y PRIAN. Pero al parecer, la ley regirá.
Este lunes 4 de marzo, el presidente de la Asamblea, Fernando Cordero, aseguró que la Ley de Comunicación se aprobará «en el primer mes de la próxima Asamblea»; es decir en Mayo, apenas ésta se instale. El contexto es simple de determinar: el oficialismo ha crecido en esta ocasión. Hasta ahora suman más de 95 asambleístas por PAIS, de un total de 136 y siendo sólo necesarios 63 votos para aprobar o archivar la ley.
Según Roberto Muñoz, profesor de Ciencias Sociales, la garantía que ofrece el actual proyecto de Ley es aceptable en comparación a las tres propuestas anteriores, en tanto hay reformas que favorecen a una mayoría representada en la ciudadanía. Para Muñoz «la Ley es de comunicación pero no se enfoca solamente en los derechos y deberes de los medios, y eso es lo interesante». En cuanto a la oposición presentada hasta ahora, él asegura que «la ideología política es a veces mayor que la razón», en referencia a la postura de ciertos asambleístas de oposición.
Se debe resaltar que han existido campañas en contra de este proyecto desde su primer anuncio en 2009. Una de ellas fue la que promulgaron los medios escritos entre sus páginas y en la que se veía una mano negra extendida; otra, la liderada por Carlos Vera, convocada el 25 de noviembre de 2009. En esta última participaron cientos de personas que repetían la consigna de «No mordaza». Mientras que el oficialismo no hacía pública su defensa al proyecto.
Luis Rendón, analista político, afirma que muchos legisladores notaban esa oposición mediática y la concebían como apoyo político, «por eso muchos dudaban de votar a favor de ella (se abstenían de votar), otros votaban en contra, y es así como no se logró mayoría». Rendón también asegura que la bancada oficialista estaba segura que «en cualquier momento la Ley sería aprobada, por eso no quiso complicar el proceso».