Expertos que participan de la II Cumbre Mundial de Comunicación Política, en Quito, señalaron que en el país se vive una lucha con los medios y que se requiere un debate.
La Constitución ecuatoriana garantiza el derecho a la libertad de expresión, pero también advierte que a través de una ley se regulará la prevalencia de los contenidos informativos que transmiten los medios de comunicación. Situación que es común en otros países.
Expertos nacionales y extranjeros en materia comunicacional, que participan de la II Cumbre de Comunicación Política que se desarrolla en Quito, advierten de la relación tripartita Gobierno-medios-sociedad. Y es precisamente el argentino Ariel Crespo, director de medios de comunicación de la Fundación para Estudios y Cultura (Fadepec), quien descartó que exista un periodismo completamente independiente. Una de las razones consiste en que todos los seres humanos mantenemos una ideología.
El ecuatoriano Gustavo Abad, periodista e investigador, indicó que el Gobierno actual mantiene una mala relación con algunos sectores de la prensa. “El presidente de la República, Rafael Correa, ya se había enfrentado y había criticado a los partidos tradicionales, a los banqueros corruptos y tenía que cerrar el círculo enfrentando a más instituciones que parecían intocables, los medios tradicionales, a quienes sorprendió poco preparados para la crítica y mucho menos para la autocrítica”, sostuvo.
El periodista explicó que en el país se vive una lucha en el campo ideológico y cultural de la comunicación e información.
Dijo que esta situación no puede ser contada por los medios de comunicación porque ya dejaron de ser el escenario del debate, para convertirse en actores.
Jaime Durán Barba, de Informe Confidencial, manifestó que los medios de comunicación deben tomar en cuenta que en la actualidad se vive otro estado de la política, en el cual se debe comprender qué dice la gente. “Pasamos de una política que se hacía con palabras e ideas a una en la que se difunde imágenes y sentimientos”, expresó.
Ralph Murphine, consultor político de los Estados Unidos, manifestó que la gente se mueve por afectos. Son ellos los que eligen no solo en materia política, sino hasta comunicacional.
“En Ecuador hay un gran debate interno del Presidente y la prensa”, mencionó, al tiempo de insistir que eso también es parte del debate político.
Juan Delgado, un boliviano que reside en Colombia, donde preside el Colegio Nacional de Periodistas, comentó que existe una libertad de prensa camuflada. “Como puede haber libertad de expresión, libertad de prensa cuando uno ingresa a una empresa donde se manejan intereses. Desde allí la libertad de prensa no existe”, aseveró, al tiempo de indicar que en Colombia es difícil tener esa libertad cuando existe la presión de grupos que están al margen de la ley.
¿Cómo puede haber libertad de prensa cuando grupos políticos sobornan al periodista?, se preguntó.
Consideró que la verdadera libertad de prensa ya sea en Ecuador, Colombia o en cualquier país la hace el propio periodista con su ética profesional a riesgo de su vida y de quedar desempleado.
Al ser cuestionado si se limita la libertad de prensa con el intento de regulación de los contenidos que se difunden, dijo que es necesario generar un debate más amplio del tema. Incluso advirtió que en respaldo a la prensa ecuatoriana y de la región se creará el Colegio Latinoamericano de Periodistas.
“Creo que todos unidos nos va mejor”, reiteró. Pero la situación es diferente para la ciudadanía.
Para Pilar Navarrete, abogada y veedora del Consejo de Participación Ciudadana, es indispensable que los medios de comunicación democraticen la información, que hagan partícipe de ella a la ciudadanía.
“Es esa falta de socialización de la información lo que los ha llevado a ser criticados. Lo que muchas veces leemos o miramos es una parte de la realidad. Necesitamos saber el origen de la información”, exclamó.
Esta serie de anuncios se realizó en el marco de la II Cumbre Mundial de Comunicación, donde además se analizó la comunicación electoral, la institucionalidad gubernamental y nuevas tecnologías.